sábado, 28 de febrero de 2015

Potencial


DESCUBRA SU POTENCIAL
“Bienaventurado el que tiene talento y dinero,
 porque empleará bien este último”

Anteriormente se decía que todo niño al nacer traía un pan bajo el brazo. El pan es una metáfora que representa los medios de subsistencia asegurados tanto para sí mismo como para los suyos.
El origen de esta locución procede del ámbito rural y está relacionado con la fortuna que, en los tiempos de escasez, advenía a una familia con el nacimiento de un hijo varón. Este nuevo miembro de la familia significaba un par de brazos más para trabajar y, por ende, una nueva fuente de ingresos y la posibilidad de prosperar.
Actualmente se utiliza la expresión para dar a entender la felicidad y la buena fortuna que supone la venida de un niño al mundo, independientemente de la situación económica de los padres.
También existe la parábola de los talentos. (Mateo, 14-30) “Porque el reino de los cielos será semejante a un hombre que al emprender un largo viaje, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, a otro dos, y a otro, uno. A cada uno dio conforme a su capacidad y se fue lejos. Inmediatamente, el que había recibido cinco talentos se fue, negoció con ellos y ganó otros cinco talentos. De la misma manera, el que había recibido dos ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos. Cuando se presentó el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos y dijo: “Señor, me entregaste cinco talentos; he aquí he ganado otros cinco talentos.” Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.” Y cuando se presentó el que había recibido dos talentos, dijo: “Señor, me entregaste dos talentos; he aquí he ganado otros dos talentos.” Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.” Pero cuando se presentó el que había recibido un talento, dijo: “Señor, yo te conozco que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Y como tuve miedo, fui y escondí tu talento en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo.” Su señor respondió y le dijo: “¡Siervo malo y perezoso! ¿Sabías que cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí? Por lo tanto, debías haber entregado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, habría recibido lo que es mío con los intereses. Por tanto, quitadle el talento y dadlo al que tiene diez talentos. Porque a todo el que tiene le será dado, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Al siervo inútil echadlo en las tinieblas de afuera. Allí habrá llanto y crujir de dientes”
Aunque la parábola anterior se refería a los talentos como la moneda griega comúnmente utilizada. Debemos recordar también que talento es el potencial que puede tener una persona en el desarrollo de un conjunto de habilidades y/o competencias. El talento es una manifestación de la inteligencia emocional y es una aptitud o conjunto de aptitudes o destrezas sobresalientes respecto de un grupo para realizar una tarea determinada en forma exitosa. El talento puede ser heredado o adquirido mediante el aprendizaje. Por ejemplo, una persona que tenga el talento de ser buen dibujante muy probablemente legará esta aptitud a sus hijos o a alguno de sus descendientes. Asimismo una persona que no es y desee ser dibujante deberá, mediante el aprendizaje continuo y esforzado la destreza internalizar en su cerebro la condición que le permita desarrollar la aptitud.
La pregunta es ¿Cómo descubrir nuestro talento y/o potencial? La respuesta es bien sencilla y tal vez por eso no le prestamos mucha atención o credibilidad: Nuestro pan, nuestro potencial o nuestro talento es aquella labor o profesión que haríamos así no nos pagaran. Increíble pero cierto. Cuando logremos descubrir que es lo que haríamos gratis esa es la misión para la cual vinimos a este plano de la existencia. Como quien dice; para eso fue que Dios nos envió a este mundo.
En nuestros días es muy común ver a niños que apenas si saben hablar, sometidos a largas jornadas de estudio. Ya en su adolescencia, son manipulados para que estudien una carrera que, según sus padres, es la que está de acuerdo con su nivel social, porque es la profesión mejor paga, porque es la profesión de moda o bien porque es la profesión que han ejercido muchos miembros de la familia. No importa si al joven le gusta estudiar eso o no. Lo importante es la rentabilidad de la profesión. De ahí que haya tantos profesionales frustrados, estresados, cansados, hartos de lo que hacen. Profesionales que no ejercen su profesión con profesionalismo y que solo están allí porque su profesión es una verdadera mina de oro. Personas que no disfrutaron de su niñez, de su adolescencia y mucho menos de su juventud pues siempre estuvieron literalmente hablando, nadando en un mar de libros.  Seres humanos aparentemente exitosos, con un gran cumulo de conocimientos, con grandes triunfos académicos y profesionales pero insensibles y solitarios.
El resultado salta a la vista. La sociedad del consumismo. Del cuanto tienes cuanto vales. De familias destrozadas. De hijos que crecen solos porque sus padres son “todos unos profesionales” y para ellos lo más importante es su profesión o mejor dicho, el dinero que ganan, que sus propios hijos.
Volviendo a la parábola de los talentos. Todo ser humano invariablemente tiene un talento y como dice la parábola “… Porque a todo el que tiene le será dado, y tendrá en abundancia…” de tal forma que el que utilice bien su talento y lo practique con entusiasmo cada día será mejor en él.
Al descubrir que es lo que nos apasiona hacer, debemos ir donde el mejor en ese arte, oficio o profesión, aprender de él, imitarlo y superarlo. Está comprobado que el que ejerce una profesión u oficio con profesionalismo es un triunfador en todos los aspectos y lo que es más importante, será una persona muy feliz, verdadero objetivo de la vida.  Muy por el contrario, el que ejerce una profesión solo por el solo hecho de ganar dinero. Puede que llegue a ser una persona tan pobre pero tan pobre que lo único que tenga es dinero.  Son de las personas que piensan que el fin justifica los medios y que todo lo pueden comprar con dinero.
Para hacer realidad nuestros sueños debemos tener la humildad para aprender de los que ya lograron realizar el sueño que tenemos y rodearnos de  soñadores mejores que nosotros.
Cuenta la historia, que en uno de los muchos templos budistas del oriente existía lo que se creía un enorme buda de barro, sin embargo en alguna ocasión tratando de moverlo se comenzó a descascarar y se descubrió que la enorme figura era de oro macizo recubierto por una gruesa capa de barro. Moraleja: Cuando descubramos nuestro buda de oro, encontraremos nuestro verdadero potencial o tesoro el cual ha estado oculto por el barro de nuestros paradigmas.
Ahora bien. El que seamos buenos haciendo algo no quiere decir que debamos ser buenos en todo. Nuestra fortaleza, nuestro don, nuestro potencial esta precisamente solo en aquello que nos gusta hacer y qué haríamos así no obtuviéramos ninguna retribución. Dejemos de hacer lo urgente y dediquémonos a hacer lo importante o sea lo que nos gusta hacer.  Recordemos que el que más trabaja no siempre es el que más gana. La diferencia entre los que han triunfado y los que no lo han hecho son sus hábitos o sus costumbres; en como utilizan su tiempo, el cual es el mismo para unos y para otros.

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viernes, 27 de febrero de 2015

Visualiza tus sueños.


VISUALIZA TUS SUEÑOS
“Visión es el arte de ver las cosas invisibles”
Jonathan Swift

¿Recuerdas cuáles son tus sueños?, pues bien ahora visualízalos, tócalos, siéntelos, huélelos, saboréalos, imprímeles la mayor cantidad de detalles. Solo así podrás reconocer que es posible hacerlos realidad, que existen. Al igual que cuando estamos planeando un largo viaje compramos un mapa, de igual forma elabora un mapa de sueños. Recorta todo aquello con que sueñas y colócalo donde diariamente puedas verlo.  Así tu mente consciente te diga que tal cosa no es posible, tu mente subconsciente ira grabando las imágenes pues recordemos que ella no razona, para ella todo es posible. Así tu mente consciente se burle de ti, tu mente subconsciente, la fuerza más poderosa que tienes, fijara la ruta a seguir y tarde que temprano materializara lo que haya visto. Pues cuando visualizamos materializamos.
Ahora bien. Si queremos hacer realidad nuestros sueños, una de las mejores maneras de hacerlo es seguir los pasos de los que ya lo hayan logrado pues alguna persona en el transcurso de la historia habrá hecho realidad el sueño que tenemos o al menos se le haya acercado. Puede suceder que la persona no haya logrado plenamente a ver realizado su sueño, sin embargo uno de sus herederos o del equipo de trabajo completó la obra.
Es necesario entonces tener un modelo a seguir y de ser posible, estudiar paso a paso lo que la persona hizo o dejo de hacer para hacer realidad un sueño muy similar al nuestro. Es importante recordar que no existe fuerza más poderosa que la imaginación del ser humano. Es importante entonces que visualicemos constantemente nuestros sueños y como decía el maestro de los sueños Walter Elías Disney, si lo puedes soñar, lo puedes lograr. Visualiza tus sueños y entra en ellos. Recuerda que ¿si otros lo han logrado, porque nosotros no?
Soy un fiel seguidor de la saga de viaje a las estrellas y constantemente me hago la misma pregunta ¿Sera eso ciencia ficción o simplemente es el anticipo de lo que la humanidad vivirá? Al igual que paso con Julio Verne y todos los grandes visionarios de la historia, pienso que lo que ahora llamamos ciencia ficción es simplemente el adelanto de lo que ocurrirá en el futuro.
Gene Roddenberry, creador de la serie Viaje a las Estrellas, es uno de los grandes visionarios del siglo XX. Así es que “nada de nervios”. Simplemente sus películas nos están preparando para lo que será una realidad en el futuro, pues cuando visualizamos lo imposible, lo posible se hace fácil.
¿Qué pasaría por ejemplo si un niño viera ahora descender una nave extraterrestre? Pienso que lo primero que haría es correr hacia ella para ver quién viene allí. En Cambio muchos de los que pasamos de cierta edad, por no decir viejos, nos atemorizaríamos un poco y hasta saldríamos corriendo cuando viéramos bajar de ellas seres bastante extraños. Obviamente es muy probable que esa situación no la vivamos nosotros pero que les va a tocar vivirla a futuras generaciones, es un hecho. 
Al respecto Albert Einstein afirmaba que “La imaginación lo es todo, es una visión preliminar de lo que sucederá en tu vida”. Es un hecho que donde viajamos con la mente, algún día viajaremos con nuestro cuerpo. Pues la imaginación es el arte de ver lo invisible.
Los grandes héroes de la historia han sido grandes visionarios. Personas que antes de hacer realidad sus sueños los visualizaron detalladamente hasta hacerlos realidad. El filosofo romano Seneca, afirmaba que “Un individuo se mide por sus visiones más distantes”. Si eso lo decía un hombre que no contaba con la tecnología que ahora tenemos. Imaginemos lo que podemos visualizar ahora.
Otra de las cosas que debemos tener en cuenta es que posiblemente, nuestra vida no nos alcance para ver realizados nuestros sueños. Sin embargo otros podrán ser los que cosechen lo que nosotros hayamos sembrado.
Víctor Frankl, decía que “No te quedes como eres, camina hacia aquello que desees y puedes llegar”. Y el sí sabía lo que era visualizar un sueño, pues mientras estuvo en uno de los campos de concentración nazi, lo único que lo mantuvo vivo fueron sus sueños de ser libre algún día. En su libro “El Hombre en Busca de Sentido” el doctor Frankl afirma que “incluso en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el hombre puede encontrar una razón para vivir”

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jueves, 26 de febrero de 2015

Agradecer


SEAMOS AGRADECIDOS
“Puede enseñarse a decir gracias, pero no a estar agradecido”
Anónimo.

Nada hay más desagradable que un ser humano desagradecido, personas prepotentes que se creen superiores a los demás. Que humillan y ultrajan. Que esclavizan e imponen sus ideas utilizando casi siempre la fuerza. Seres humanos que por ningún motivo reconocen que somos lo que somos gracias a Dios, cualquiera sea la idea que tengamos de él, a nuestros padres, que buenos o malos nos dieron la vida, a nuestros familiares a los cuales no escogimos pero que son parte nuestra, a nuestros maestros, verdaderos artífices de lo que somos, a nuestros amigos, ángeles que nos acompañan por la vida.
Para triunfar en la vida necesariamente debemos dar gracias por lo que tenemos para poder apreciar lo que aun no tenemos. Ser felices no por lo que tenemos sino por lo que nos hace falta. Dar siempre gracias por todo y a todos. Agradecer es dar reconocimiento, es recordar que no somos autosuficientes, que necesitaremos siempre de alguien para lograr nuestros propósitos. Que aunque seamos dioses en estado de crisálida, siempre habrá un ser superior al cual debemos dar las gracias y mantenernos en paz con él pues nada es imposible para Dios. No importa si creemos o no en Dios, él si cree en nosotros.

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miércoles, 25 de febrero de 2015

La magia del perdón


LA MAGIA DEL PERDÓN
“No escatimes el perdón:
 es imposible caminar con tantas heriditas abiertas”
Argamasilla

Los sentimientos que más desgastan a los seres humanos son el odio, el rencor y la envidia. Cuantas personas al cabo de muchos años continúan resentidos con otras por una situación en la que se vieron comprometidos. Lo más curioso, es que existen rencores ancestrales donde ni siquiera ellas fueron protagonistas. Odios que se han heredado de generación en generación y muchas veces tan antiguos que ya ni se sabe la verdadera causa. Simplemente se odian porque ha sido la tradición familiar. Increíble pero cierto.
Teniendo en cuenta que esos sentimientos son como un lastre que nos impide ascender, que nos imposibilita progresar, que no nos permiten triunfar. ¿Como entonces hacer realidad nuestros sueños con ese tipo de emociones? Mientras no perdonemos y lo que es más importante, nos perdonemos a nosotros mismos, difícilmente podremos alcanzar nuestras metas pues siempre estaremos atados, anclados a un mundo lleno de oscuridad y resentimiento.
Se dice que olvidar es de sabios y perdonar es la más grande muestra de humildad. El odio es como una herida abierta que solo cicatriza con el perdón. Y difícilmente se puede andar por la vida con una herida abierta. Perdonar es el primer paso hacia la sanación, es el primer paso para lograr la paz. El dicho aquel de que se puede perdonar pero no olvidar es muy cierto pues nuestra mente es una potente grabadora. Lo que hay que evitar es estar repitiendo la grabación con el fin de recordar constantemente el mal que nos hicieron.
La pregunta es ¿Quién gana más, el que perdona o quien recibe el perdón? Yo me atrevería a decir que ambos ganan, sin dejar que reconocer que gana más el que perdona pues literalmente ha cerrado la herida y puede continuar por la vida sin tener que estar pendiente de lo que haga o deje de hacer la persona que le hizo daño. Miles son los ejemplos de grandes seres humanos que gracias a que han perdonado han trascendido en la historia, convirtiéndose en referentes para las civilizaciones futuras. Los católicos tenemos a Jesucristo quien perdono todos nuestros pecados. En la historia moderna tenemos el caso del papa Juan Pablo II quien perdono al hombre que atentó contra su vida. Nelson Mandela perdona a los que lo tuvieron retenido en prisión por tantos años. Y así por el estilo han existido en la historia de la humanidad personas y pueblos enteros que han practicado la magia del perdón.
Si realmente queremos hacer realidad nuestros sueños debemos perdonar y enseñar a perdonar es enseñar a ser libres. Libres para hacer volar nuestra imaginación, la fuerza más poderosa que tiene el ser humano.

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martes, 24 de febrero de 2015

Sentido de pertenencia


SENTIDO DE PERTENENCIA
“Cuanto más posee el ser humano,
 menos se posee a sí mismo”

Sentirnos orgullosos de pertenecer a la familia de la cual somos parte, a la empresa en la cual trabajamos, a la sociedad que nos rodea y al país donde vivimos; es tener sentido de pertenencia. Sin embargo más importante que lo anterior es ser dueños de nosotros mismos, de nuestras ideas y de nuestros sueños. Cuando estamos rodeados de personas que no son los nuestros, nos sentimos desplazados, nos sentimos solos rodeados de millones de personas y por mucho que convivamos con ellas nunca haremos parte de ellas.
Siempre se ha dicho que nadie es profeta en su tierra lo cual no es del todo cierto pues se puede hacer fortuna y ser feliz en nuestra propia tierra. Otros logran triunfar fuera de su tierra natal. Sin embargo también es cierto que ese triunfo es relativo pues siempre quieren o añoran volver a la tierra que los vio nacer.
Los que por una u otra razón deben emigrar de su país natal, suelen encontrarse con idiomas y costumbres muy diferentes y por lo general son tratados de una forma bien desagradable. Realizando labores para las cuales no son aptas o lo que es más triste, humillándose a tal extremo de muchas veces trabajar por la comida. Cuando en su país de origen sobrevivían trabajando ocho o diez horas; a millones de emigrantes les toca doblar y casi triplicar turno para vivir en albergues, porque donde quiera que se esté, se gasta la moneda propia del país y si quieren enviar algo de dinero para sus familias que quedaron abandonadas en su tierra natal; hay que hacer grandes sacrificios.
Recuerdo la historia de alguien muy cercano a mí que emigro a Norteamérica en la década de los 80 en busca del sueño americano. Durante más de veinte años trabajo arduamente 16 o más horas diarias para poder enviarle algún dinero a sus pequeños hijos y a su joven esposa. Cuando logro la jubilación por parte del gobierno Norteamericano regreso al país. Ya sus hijos estaban grandes y uno de ellos casado. Disfrutaban de un nivel de vida relativamente cómoda gracias a lo que su padre y esposo había enviado durante tantos años. A los pocos días de que le anciano hombre había llegado a disfrutar de su jubilación y de la fortuna que había amasado durante todo ese tiempo. Un día su elegante esposa le dijo que le agradecía todo lo que había hecho por ellos y por el dinero que les había enviado, gracias al cual sus hijos habían estudiado en las mejores universidades y disfrutaban de una vida llena de comodidades, pero que ella más que dinero había necesitado de alguien a su lado y que desde hacía años lo tenía.
Para no hacer más larga la historia o volvernos melancólicos recordando historias similares. Les diré que el anciano hombre opto por regresar a Norteamérica donde no tenía hogar ni hijos pero si algunos amigos. Poco tiempo después de su partida se supo la noticia de su fallecimiento; según dijeron, debido a la tristeza que le había generado la situación encontrada en su país, el cual nunca debió haber abandonado.
Se dice que la ambición rompe el saco. Como lo dije anteriormente, es muy probable que la mayoría de los humanos ambicionen tener mucho dinero. Para otros como yo, mi sueño es compartir mis ideas por medio de mis libros. Que gracias a que ustedes los compran disfruto de ciertas comodidades. Bueno, que le vamos hacer. Solo palabras de agradecimiento a todos mis lectores y a papá Dios por permitirme disfrutar de mi sueño.  Los invito a hacer lo mismo. Quien quita que dentro de todos mis lectores haya un premio nobel de literatura.
Por otro lado, no debemos confundir el sentido de pertenencia con los celos pues, si bien es cierto una de las palabras más importantes y por la cual se han librado cruentas batallas hasta dar la vida es la palabra MI. Mi familia, mi esposa, mi idea, mi religión, mi partido político, mi hogar, mi país, etc., etc., etc. Una palabra tan pequeña pero con un significado que difícilmente logramos dimensionar.  Es ese sentido de pertenencia a ultranza que defendemos a toda costa el que nos lleva a cometer cualquier cantidad de desaciertos y muchas veces a renunciar a nuestros sueños.
De ahí la importancia de ser coherentes y consecuentes con nuestros sueños. Debemos evitar el trato desigual, las amplias y marcadas diferencias y estimular, modelar y valorar la participación constante entre todos. Dar justo valor al esfuerzo. Solo así realmente haremos realidad nuestros sueños.

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lunes, 23 de febrero de 2015

Actitud


ACTITUD
Un optimista ve una oportunidad en cada dificultad;
un pesimista ve una dificultad en cada oportunidad.
W. Churchill

El multimillonario del siglo XIX Andrew Carnegie afirmaba que “El secreto para triunfar es tener un 95% de actitud y un 5% de aptitud”. Dicho de otra forma  según sea nuestra disposición anímica, nuestra forma de actuar o de comportarnos así serán los resultados que obtendremos. Como dice el célebre motivador Jorge Duque Linares “actitud no es la carita que usted tiene, es la carita que usted hace”.
¿Cuál es realmente nuestra actitud ante la vida? Si todo lo vemos negro, si todo nos parece malo, si pensamos que los malos son más que los buenos, que no hay esperanza, que el futuro que espera a las próximas generaciones es aterrador, etc. Entonces nuestra actitud ante la vida es bien desalentador por lo tanto no esperemos obtener lo mejor de ella pues la vida simplemente nos dará lo que le pidamos y reflejara lo que vemos en ella.
Si permitimos que nuestro presente sea afectado por el futuro que esperamos y ese futuro lo vemos esperanzador y lleno de grandes oportunidades. Nuestro presente también lo será. Todo depende de nuestra actitud. Si queremos que nos traten de una forma diferente debemos actuar de una forma diferente. Siempre se ha dicho que el habito no hace al monje, pero si lo identifica. Una forma de mejorar nuestra actitud es vestir bien. Como solía decir mi madre. Remendadito pero limpio. Una cosa es ser económicamente pobre y otra muy diferente generar lastima. Claro que si se quiere vivir de la muy rentable profesión de la mendicidad, entre más lastima se genere, mas ingresos se obtendrán. Obviamente este no es nuestro caso. Pues la idea aquí es triunfar sin aprovecharnos de nadie. Determinar cuánto valemos ahora y cuando queremos llegar a valer pues si cambiamos de actitud cambiara nuestra vida.
Frases tales como “dime con quién andas y te diré quién eres” ó “el que ama el peligro, en el perece” son el reflejo de la sabiduría popular y no inventos de madres regañonas. Falsos valores como los expresados anteriormente como, cuanto tienes, cuanto vales; son paradigmas que necesariamente debemos erradicar si queremos hacer realidad nuestros sueños pues nuestras acciones reflejan nuestras creencias.
Ahora bien. Es importante identificar en que somos buenos, que es lo que más nos gusta hacer y qué es lo que sabemos hacer. Cuáles son nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Para que somos aptos. Una de las mayores causas del fracaso es dedicarnos a hacer lo que no nos gusta hacer o invertir en algo que no conocemos. Si la actitud es lo más importante para hacer realidad nuestros sueños. El conocimiento es el complemento.

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domingo, 22 de febrero de 2015

Autoestima


AUTOESTIMA
"El triunfo más grande es la aceptación de uno mismo"
 Ben Sweet

No se sabe que es más importante, si que los demás nos quieran o querernos  nosotros mismos. Es bueno sentirnos amados, respetados y tenidos en cuenta; sin embargo es más importante aun amarnos y respetarnos a nosotros mismos.  Es cierto que muchas veces amanecemos con la feura alborotada y nos vemos más viejos, más flacos, más gordos o estamos con los ánimos por el suelo. Eso es normal pues estar siempre al ciento por ciento es bien difícil, más aun cuando el medio que nos rodea es hostil y por lo general está siempre bombardeándonos con  información negativa. La radio, la prensa y la televisión nos invaden con noticias que nos hacen pensar que el fin del mundo está cerca, que no hay nada por hacer, la depresión se apodera de nosotros y cuantos han vendido o dejado todo porque el mundo se iba a acabar. Más aun, cientos de personas se les han acabado el mundo antes de tiempo porque se han suicidado de miedo porque se va a acabar el mundo. ¡Qué susto!
Sigo pensando que estamos vivos de milagro. Y es que con todas las cosas que ocurren a nuestro alrededor, de las nefastas noticias que nos llegan, de las profecías que se han cumplido o que están por cumplirse, de los hechizos o brujerías que nos han hecho, los que estamos casados que dormimos con el enemigo, los desastres naturales, de las guerras que buscan la paz (algo bien contradictorio), los extraterrestres que nos invadieron o que nos van a invadir, de los asteroides que van impactar a nuestro planeta, de la contaminación, del señor que saca por la ventana un tubo negro y no sabemos si es un telescopio o un cañón, etc. Etc.  En fin la lista sería interminable. Definitivamente, estamos vivos de milagro.
Es ahí donde nuestra estima baja a niveles preocupantes, nos sentimos incapaces de hacerle frente al mundo y es cuando recordamos aquellas palabras que por tanto tiempo nos dijeron y que tanto nos hicieron sufrir. El mundo se nos vuelve un pañuelo y simplemente caemos en la depresión, en el abatimiento y la nostalgia.
Cuando somos valorados no por lo que somos sino por lo que tenemos, como quien dice, cuanto tienes, cuanto vales. Cuando se mide el grado de éxito que ha tenido un ser humano de acuerdo a la marca del vestido que usa, al carro que conduce o la casa donde vive; el 95% de los seres humanos no pasamos la prueba. Podría decirse, de acuerdo a esos parámetros, que los que hacemos parte de ese porcentaje somos unos fracasados.
Es entonces cuando hay que recurrir a la autoestima. A valorarnos no por lo que tenemos sino por lo que no tenemos, amarnos no por lo que somos sino a pesar de lo que somos, aumentando nuestro amor propio, aceptándonos tal y como somos. Así digan que todo ser humano tiene un precio, o sino que lo digan las aseguradoras las cuales le ponen precio hasta la uña del dedo pequeño del pie izquierdo. Es importante darnos cuenta que no todo se mide en términos económicos o financieros. Lo importante es saber quién soy, no que soy. En la medida que nos amemos podremos brindar amor. En la medida que nos respetemos, respetaremos. En la medida que nos valoremos, apreciaremos todo lo que nos rodea. Pues nadie puede dar lo que no tiene.
El origen de toda maldad es el vacio interior, el vacío existencial del cual hablaba el Dr. Víctor Frankl, ese no saber de dónde venimos ni para donde vamos. El no encontrarle sentido a la vida es lo que lleva a muchos seres humanos a tomar la más drástica de las decisiones como es el suicidio. Porque dicho sea de paso, existen personas que son tan pobres que lo único que tienen es dinero. Ahora bien, muchos dirán que es mejor llorar conduciendo un Rolls-Royce Phantom o un Ferrari Enzo.
Es necesario entonces recordar cuál es nuestro sueño, cuáles son nuestros principios y valores. Que es lo que nos mueve a hacer lo que hacemos y el por qué lo hacemos. La autoestima es entonces un ingrediente fundamental para la realización de nuestros sueños. La autoestima es quererse a uno mismo y querer a los demás, significa que somos valiosos, dignos, que valemos la pena y que somos capaces. Implica respetarnos a nosotros mismos y enseñar a los demás a hacerlo.
Como lo decía la Dra. Eleanor Roosvelt “nadie puede hacernos mal ni hacernos sentir inferiores sin nuestro consentimiento”. Y es que cuando permitimos que trapeen el piso con nosotros la primera vez, lo más seguro es que lo quieran seguir haciendo. Cuando permitimos que apaguen nuestras ideas o nuestros sueños; es muy probable que lo continúen haciendo mientras lo permitamos.
La autoestima es el requisito indispensable para las relaciones interpersonales sanas. El amarse así mismo permite que puedas amar y respetar a los demás. Es necesario conocer cómo funcionamos, es decir, cuáles son nuestras fortalezas y aspectos positivos y cuáles son nuestras limitaciones. A partir de esta valoración, decidiremos qué aspectos deseamos mejorar y cuáles reforzaremos. 

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sábado, 21 de febrero de 2015

Autoimagen


AUTOIMAGEN

“No hay espejo que mejor refleje la imagen del ser humano que sus palabras”. (Juan Luis Vives)

 Al igual que cuando estamos enfocando algo con una cámara fotográfica o de video con el fin de darle nitidez a la imagen. De igual forma muchas veces la imagen que tenemos de nosotros mismos esta distorsionada, opaca o nublada. Es entonces cuando debemos analizar detenidamente cual es la imagen que deseamos proyectar, cual es la imagen que deseamos que los demás vean para lo cual necesitamos hacer una serie de cambios. De ahí que muchas celebridades o personas que pueden darse ciertos lujos, contraten a asesores de imagen, para mejorar su look. Personas que son especializadas en mejorar la imagen de sus clientes o de las empresas.  Expertos en moda, maquillaje, peinado, diseño, neurolingüística, estética, lenguaje corporal, protocolo, etc.
Verdaderas fortunas se invierten diariamente en mejorar la imagen personal o corporativa de una empresa o institución. Lo curioso de todo es que muchas veces se invierte más en aspectos externos que internos. Se invierte más en maquillaje que en capacitación, se invierta más en infraestructura que en motivación. Cuando debe ser todo lo contrario. La mejor forma de proyectar una buena imagen es de adentro hacia fuera como lo veremos más adelante cuando hablemos de Autoestima.
Lo más importante es la imagen que nuestro subconsciente tiene de nosotros mismos. Esa imagen manipula nuestra personalidad, comportamiento y es responsable de todo lo que somos.
Si tenemos en cuenta que nuestra mente es más de un 90% subconsciente, el cual es programado de acuerdo a la información que le llega de las experiencias buenas o malas. Suena paradójico entonces que estemos gobernados por algo que no diferencia  entre la realidad y la fantasía, sea el mensaje positivo o negativo, lo ejecuta igual.
Es importante entonces que si queremos hacer realidad nuestros sueños debemos necesariamente cambiar nuestra autoimagen la cual es el factor fundamental para que una persona triunfe o fracase, porque somos el resultado de nuestra imaginación y de nuestra mente subconsciente. Es imposible ir más lejos de la imagen que tenemos de nosotros mismos. Estamos donde estamos porque esa es la imagen que tenemos de nosotros mismos.
La buena noticia es que podemos hacer realidad nuestros sueños, que tenemos el poder de cambiar nuestra auto-imagen y de esta manera cambiar nuestro modo de vida y lograr lo que nos propongamos. Auto-sugestionarnos  pensando solo en cosas positivas, viendo cosas positivas, olvidándonos de esa guerra mediática entre los noticieros que lo único que hacen es hacernos caer en el abatimiento, la tristeza y la incertidumbre. Pensar mejor en todas las razones por las que tenemos que estar agradecidos y por todo lo que papá Dios nos ha dado, cualquiera sea la idea que tengamos de él.
Se dice que la hábito no hace al monje pero si lo identifica. Si actuamos como, nos trataran como. Para causar una buena impresión no hay segunda oportunidad. De ahí la importancia de mantenernos bien presentados en todo momento pues nadie sabe en qué momento se presentará la oportunidad que estábamos buscando. Un ejemplo: Estamos sin trabajo y nos encontramos con un amigo que nos dice que debemos ir a presentar una entrevista, pero que no tenemos tiempo de ir a cambiarnos a nuestra casa ¿nos atreveríamos a ir a esa entrevista tal y como estamos vestidos? Una imagen vale más que mil palabras.

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viernes, 20 de febrero de 2015

Sonreír: Un buen negocio


SONREÍR: UN BUEN NEGOCIO.
“Piensa que la vida es un espejo, sonríele y te sonreirá”
Anónimo

Existe un poema cuyo autor desconozco, por lo cual ofrezco disculpas, que refleja lo importante que es sonreír y dice así: “Una sonrisa no cuesta nada, pero vale mucho. Enriquece a aquellos que la reciben, sin restar a aquellos que la dan. Se produce como un relámpago, pero su recuerdo a veces dura toda la vida. No hay nadie tan rico que no la necesite, ni tan pobre que no la pueda dar. Genera felicidad en el hogar, promueve los negocios y fortalece la amistad. Es aliento para los cansados, luz para los desilusionados y sol para la oscuridad. Pero no se puede comprar, ni prestar ni robar. Es algo que no vale nada… hasta que la regalas. No sonrió porque soy feliz, sonrió para ser feliz”.
A las damas les voy a dar el secreto para verse siempre hermosas ¡Sonrían siempre! De nada vale aplicarse los más costosos maquillajes si su rostro refleja como si estuvieran chupándose un limón y pelando otro. Nada más agradable que dialogar con una persona que sabe sonreír. Un antiguo proverbio chino afirma que “El que no sabe sonreír que no habrá tienda”.  Los chinos en su sabiduría milenaria han interpretado muy bien lo que debería ser una cultura o una costumbre en todos los seres humanos, independientemente de la labor u oficio a la que se dediquen.
Las personas que nos dedicamos al hermoso oficio de vendedores o servicio al cliente, que entre otras cosas vendedores y clientes somos todos pues todos, de una u otra forma debemos interactuar con alguien, deberíamos siempre poner en práctica la cultura Disney, la cual no es otra que la de sonreír siempre.

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jueves, 19 de febrero de 2015

Cuales son nuestros sueños?


¿CUÁLES SON NUESTROS SUEÑOS?
“Todos tus sueños pueden hacerse realidad
 si tienes el coraje de perseguirlos”
Walt Disney 

Y para saberlo vamos a ilustrarlo de la forma más fácil con la anécdota del taxi: Si abordamos un taxi ¿Qué es lo que primero nos pregunta el conductor? Hacia donde nos dirigimos ¿verdad? Y si le decimos que no sabemos ¿Qué nos dirá el conductor? Pues que nos bajemos porque la idea no es estar dando vueltas sin rumbo fijo.
Curiosamente es lo que la mayoría de nosotros hacemos. Nos pasamos la vida dando vueltas sin rumbo fijo ¿el resultado? Es donde estamos ahora, como la serie de televisión; “perdidos en el espacio”. Preguntándonos porque estamos como estamos, porque nos ha sucedido lo que nos ha sucedido o porque no hemos podido triunfar o tener lo que otros tienen.
La respuesta es muy simple y tal vez por lo simple no la aceptamos. Nunca hemos tenido un rumbo fijo, una meta o un objetivo claro. El conductor de nuestra vida (nosotros) no tiene una dirección especifica a donde ir. Hemos estado a la deriva en un océano de insatisfacciones, de contradicciones, de excusas, de lamentaciones y de acusaciones contra otros conductores que están tan perdidos como nosotros.  
Mientras no fijemos un norte a nuestra vida, mientras no tengamos un proyecto de vida por realizar, difícilmente lograremos nuestros objetivos, difícilmente triunfaremos o haremos realidad nuestros sueños.
Si actualmente el promedio de vida de los seres humanos es de 80 años. La pregunta que debemos hacernos es ¿Qué vamos hacer durante los años que nos restan por vivir, independientemente cuantos sean? Cualquiera sea la cantidad de minutos, horas, días, meses o años que nos queden por vivir es necesario fijar un rumbo fijo, un lugar al cual llegar, una meta por alcanzar, un sueño por realizar. 
El ser humano más pobre es aquel que no tiene sueños. Si de todas formas tenemos que pensar, debemos comenzar a pensar en grande, si de todas formas debemos continuar viviendo, debemos vivir y deja de sobrevivir, si vamos a soñar, soñemos en grande. Es indispensable entonces fijarnos metas altas y alcanzables. Recordemos lo que decía el maestro Walt Disney “si lo podemos soñar, lo podemos lograr”. Papá Dios no nos habría dado la capacidad de soñar si no nos hubiera brindado las herramientas para hacerlos realidad.
La mente tiene la capacidad de transformar cualquier sueño en realidad y así lo han demostrado por generaciones los seres humanos que han triunfado y hecho realidad sus sueños. El dramaturgo y poeta inglés, William Shakespeare decía que “Estamos hechos de la materia de nuestros sueños”.
En las próximas entregas veremos algunos de los muchos "secretos" que hay para hacer realidad nuestros sueños.

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miércoles, 18 de febrero de 2015

Proyecto de vida: Como hacer realidad nuestros sueños.


PROYECTO DE VIDA: COMO HACER REALIDAD NUESTROS SUEÑOS

“Si quieres tener algo que nunca has tenido.
Tendrás que hacer algo que nunca has hecho”

Ya vimos algunas de las dificultades que hemos tenido, todo lo que nos han dicho, todo lo que hemos hecho, las excusas que durante toda la vida hemos tenido para postergar la realización de nuestros sueños.
Y es que si queremos que las cosas cambien, necesariamente debemos cambiar nuestra forma de actuar, de pensar, de hablar y sobre todo, de actitud. Si los resultados que hemos obtenido hasta la fecha no son los que queremos es porque siempre nos hemos dedicado a hacer lo urgente y no lo importante que es hacer realidad nuestros sueños. Los únicos responsables de nuestra situación actual, cualesquiera esta sea, somos nosotros mismos. A nada ni a nadie podemos culpar pues, personas que han nacido o que han vivido en situaciones extremas han salido adelante superando todas sus dificultades por grandes que estas hayan sido.
Es muy probable que, gracias a esas dificultades sea por lo que triunfaron.  Curiosamente muchas veces el haber nacido en cuna de oro no siempre es garantía de triunfo. Herederos de personas que lucharon toda su vida para hacer realidad sus sueños y que ahora gozan de grandes fortunas, muchas veces las dilapidan haciendo realidad el dicho aquel de que “lo que nada nos cuesta lo volvemos fiesta”.
Ahora bien. Hablemos por un momento de una de las situaciones más difíciles que se pueda vivir y que en cierta forma nos ha impedido hacer realidad nuestros sueños como es la del secuestro en cualquiera de sus formas, una de los actos más aberrantes utilizadas por el ser humano. Personas que han sido privadas de su libertad con el objetivo de obtener un rescate, crédito político o mediático.
Sin embargo ¿Donde está la mayoría de los secuestrados? Curiosamente no están en las selvas como mis hermanos colombianos, ni metidos en cualquier guarida o socavón. Están precisamente al lado nuestro. Y es que si analizamos el medio en que vive una persona secuestrada, por lo general no tiene voz ni voto, está limitada a lo que hagan sus captores con ella, como quien dice, es un cero a la izquierda, vale solamente lo que representa para su captor.
Igualmente muchos de nosotros nos convertimos en parte del mobiliario de la casa, de la empresa o del sitio que frecuentamos. Se acostumbran tanto a vernos que pocas veces nos detectan o nadie se da cuenta de nuestra presencia. Rato después, cuando literalmente tropiezan con el mueble en que nos hemos convertido nos preguntan ¿y es que usted estaba por aquí?
Para hacer realidad nuestros sueños necesariamente debemos estar visibles, tenidos en cuenta, saber que estamos vivos, que somos importantes para alguien pues, difícilmente el ser humano puede hacer realidad sus sueños solo. Nadie que haya triunfado en la vida lo ha hecho solo o sin ayuda. 
Mucho se ha escrito y dicho sobre la ley de la atracción, por lo tanto no es mi idea profundizar mucho en el tema. Basta recordar que todo aquello en lo que pensamos (bueno o malo), lo atraemos. Un antiguo refrán dice que “Dios los cría y ellos se juntan”. Lo cual es cierto. Los buenos se asocian con los buenos y los malos con los malos. ¿Y saben ustedes porque los malos son tan malos? Por el silencio de los buenos y porque los malos se organizan en bandas, combos o en estructuras delincuenciales que llegan a tener un poder económico y social muy grande.
Por poderosas que esas organizaciones delincuenciales hayan sido o sean, sin excepción, son “gigantes con pies de barro” ó ya desaparecieron o tarde que temprano lo harán dejando a su paso un rastro de dolor y muerte. ¿Hasta cuándo? Hasta que los buenos nos organicemos mejor que los malos aplicando el principio de la no violencia, tal y como lo enseño Mohandas Karamchand Gandhi (Mahatma Gandhi). Pues no podríamos emplear las mismas tácticas utilizadas por los malos pues nos volveríamos como ellos.
Es muy probable que existan más personas buenas que malas; lo que pasa es que los buenos asumimos que todos somos buenos y no tenemos porque escondernos de nadie o utilizar el elemento sorpresa (terrorismo) para causar el mayor daño posible.
Como la idea entonces es cambiar nuestra forma de pensar y de actuar para obtener los resultados que deseamos, entonces debemos tener en cuenta que para triunfar en la vida, como decía el filosofo griego Aristóteles “debemos tener un cierto grado de locura” pues, muchas veces tendremos que nadar contra la corriente evitando los “consejos” de personas “bienintencionadas” que siempre nos dirán que estamos en el lugar equivocado.
Ahora veamos y recordemos lo que todos aquellos que han logrado triunfar en la vida han hecho para hacer realidad sus sueños. Obviamente debemos comenzar por preguntarnos...

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martes, 17 de febrero de 2015

Sueñe, que eso relaja.


SUEÑE, QUE ESO RELAJA

¿Sería mejor no convertir en realidad un sueño para evitar una desilusión,
 o tener un sueño, luchar por convertirlo en realidad,
y finalmente lograrlo?

A las personas que irónicamente nos dicen “sueñe, que eso relaja” debemos darles las gracias por recordarnos que soñar relaja. Porque por esos segundos que soñamos con aquello que queremos lograr, los problemas no existen, la realidad, por difícil que sea, no existe, solo existe nuestro sueño, esa especie de espejismo en el desierto de nuestras dificultades.
Nada más agradable que ir a un centro comercial y mirar en las vitrinas esas cosas que quisiéramos tener y que al verlas nos damos cuenta de que existen, que no son fantasías, que podemos tocarlas y olerlas. Nos damos cuenta que no son invenciones de nuestra mente torturada por la cruda realidad que vivimos. Que si nos esforzamos y trabajamos con esmero, tarde que temprano podemos adquirirlas.
Muchos de nosotros si hoy llegamos a nuestra casa y le decimos a nuestra familia que vamos a comprar un carro último modelo. Es muy probable que nos pregunten si estamos ebrios, si hemos fumado alguna porquería o cojan este libro y nos señalen el titulo con cierta sonrisa burlona.
En cambio si nos vestimos bien elegantes y vamos a una agencia de carros. ¿Qué será los que nos pregunta el vendedor? ¿Sera que nos mira de arriba abajo y con escepticismo nos pregunta que necesitamos? No. Estoy seguro que se acercará a nosotros con una sonrisa de satisfacción y nos mostrara los vehículos que están en exhibición pues, él sabe que donde menos se espera salta la liebre y que no puede prejuzgar a ningún cliente.
Los “Castillos en el aire” existieron antes que pudiéramos entrar en ellos y vaya si son hermosos. Majestuosas edificaciones que han perdurado por siglos como muestra inequívoca que por grandes que sean nuestros sueños es posible hacerlos realidad.
Disney World, el mágico mundo de los sueños se creó gracias al sueño de Walter Elías Disney, un sueño que genera actualmente millones de empleos y millones de dólares en ingresos de los millones de personas que visitan sus parques temáticos. Una muestra fehaciente de que soñar es un buen negocio.
Al respecto, la canción de Gloria Estafan dice que: soñar con lo que más queremos/ aquello difícil de lograr/ es ofrecer, llevar la meta a su fin/ y creer que la veremos cumplir/ arriesgar de un vez/ lo que soy por lo que puedo ser/ puedes llegar lejos/ a las estrellas alcanzar/ hacer tus sueños realidad/ puedes llegar alto/ sobre las alas de la fe/ sin más temores por vencer/ puedes llegar/ los días que pasan a la historia/ son días difíciles de olvidar/ yo seguiré con toda mi voluntad/ y por siempre mis huellas dejar.

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lunes, 16 de febrero de 2015

Hay que ser humildes y hacer lo que nos toca, no lo que nos gusta.


HAY QUE SER HUMILDES Y HACER LO QUE NOS TOCA, NO LO QUE NOS GUSTA.

"Cuando somos grandes en humildad,
estamos más cerca de lo grande."
 Tagore

Es necesario aclarar que la humildad no es sinónimo de pobreza, apocamiento, esclavitud o dejar que hagan con nosotros lo que quieran. Como lo afirma el maestro Miguel Ángel Cornejo “Vivir con humildad, es aprender de todos y de todo, pues siempre habrá una mejor forma de hacer las cosas”. Muy por el contrario, humildad es respetarse uno mismo y respetar a los demás. Es ser fiel a nuestras ideas y a nuestros sueños. Es ser conscientes de nuestras limitaciones pero también de nuestras fortalezas sin caer en la arrogancia. Es actuar de acuerdo a nuestra conciencia. Es no presumir de los logros pero si reconocer las derrotas y también los triunfos.
Nada más desagradable que levantarnos en la mañana pensando en que debemos ir a realizar una labor que estamos lejos de querer hacer. Pasar un largo día (y parte de la noche) desempeñando funciones y trabajos que distan mucho de ser satisfactorios.
Pero, qué vamos a hacer si hay que pagar la hipoteca de nuestra casa, y que de nuestra no tiene nada porque por muchos años será literalmente del banco. Pagar arrendamiento, servicios públicos, alimentos, costosas joyas y vestidos, la universidad de nuestros hijos, la cuota y el seguro del carro último modelo que compramos para aparentar lo que no somos, las tarjetas de crédito porque ¿Cómo vivir sin ellas?, las cuotas del crédito de las vacaciones que tuvimos hace tres años a uno de los lugares más exóticos del planeta, porque ¿como íbamos a ir un lugar cerca cuando los vecinos siempre viajan al extranjero?
Trabajamos doce, catorce, dieciséis horas o más porque necesitamos ganar mucho dinero para darnos la gran vida; cuando lo único que hacemos es acabar la nuestra y la de nuestra familia; los cuales tienen que soportar el mal genio y el estrés que produce el agotamiento de interminables horas de trabajo.
Hijos a los cuales vemos crecer en forma horizontal pues cuando salimos en la mañana a trabajar están dormidos y cuando regresamos en la noche, están dormidos. Hijos que disfrutan de juguetes de última generación, de las comodidades que el dinero puede dar pero que pocas veces ven a sus padres porque estos se mantienen demasiado ocupados.
Al salir del colegio o antes, se inicia la carrera por conseguir trabajo y como trabajo no hay, o no en lo que quisiéramos trabajar, pues entonces nuestros “seres queridos”, alias familiares y amigos, nos “sugieren” trabajar o hacer cualquier cosa pues hay que conseguir dinero al precio que sea. De ahí la frase de este capítulo. Se inicia entonces el círculo vicioso de hacer lo que nos toca, no lo que nos gusta.
Y así digan que se debe amar lo que se hace, independientemente si nos gusta o no y darle gracias a Dios por tener un trabajo cuando hay millones que no lo tienen; llegara el día en que ese amor se acaba y queramos divorciarnos para hacer lo que realmente Dios nos mando a hacer y que disfrutamos haciendo así no nos paguen; aunque curiosamente, cuando comenzamos a hacer lo que nos gusta hacer ganamos mucho más de lo que ganábamos cuando hacíamos lo que no nos gustaba.
Recuerdo la historia de una gran amiga que cambiaba constantemente de empleo y siempre se mantenía malgeniada y con cara de pocos amigos. Alguna vez le pregunte que si el dinero no fuera una dificultad para ella, que si económicamente tuviera su vida solucionada, a que se dedicaría. Sin titubear por un segundo me respondió que se dedicaría a cocinar. Durante un largo rato me hablo de lo mucho que disfrutaba preparar los más variados platos, los cuales describía con lujo de detalles, hasta el punto de antojarme de solo pensar en ellos. Se reflejaba en ella el entusiasmo que le producía hablar del arte de cocinar.
Le pregunte porque no colocaba un restaurante y casi me pega cuando me dijo en tono de burla el titulo de este libro.

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domingo, 15 de febrero de 2015

Estudie algo que de dinero


ESTUDIE ALGO QUE DE DINERO
“Nunca consideres el estudio como una obligación,
sino como una oportunidad para penetrar en el bello
y maravilloso mundo del saber”.
Albert Einstein
Es muy común en nuestro medio latino que los jóvenes, al terminar el bachillerato, se pregunten ¿Qué profesión estudiar? Y por lo general las respuestas son: la que más dinero dé o en el peor de los casos, la que esté de moda o simplemente se presentan a las universidades a varias carreras a ver en cual de todas pasan o les agrada.
No es extraño que constantemente estén cambiando de facultad. Inician en administración, se cambian a derecho y posiblemente terminen como sicólogos o comunicadores sociales. Cuando la verdad es que querían dedicarse a la música, a los deportes, al canto, a las artes o a cualquier otra cosa, menos hacer una carrera universitaria ¿el resultado?, profesionales frustrados que solo ejercen su profesión por lo lucrativa o porque es la profesión  que ha ejercido la familia desde tiempos inmemoriales.  
Como padres quisiéramos que nuestros hijos cursaran una carrera profesional, luego hicieran un postgrado, una maestría, etc. Algo que les permita vivir cómodamente. Muchas veces les “sugerimos” o los “orientamos” por no decir que los obligamos a seguir determinada profesión, sin tener en cuenta sus habilidades, su potencial, a lo que les gustaría dedicarse o cuáles son sus sueños.
Nos escandalizamos cuando escogen una profesión u oficio que no estaba en nuestros planes para ellos, porque según nuestro criterio, lo que ellos quieren hacer o estudiar no es una profesión o arte lucrativo de lo que se pueda vivir dignamente.
De ahí la importancia que durante la niñez y los primeros años de estudio, tanto padres como maestros analicemos y detectemos en nuestros hijos y estudiantes cuáles son sus habilidades, sus gustos y sus sueños con el fin de orientarlos para que los hagan realidad; no importando si la profesión u oficio que desean realizar es lucrativo o no, pues lo realmente importante es que ellos sean felices y no multimillonarios frustrados.

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