viernes, 15 de enero de 2021

Dar sin que nos pidan.


"Bueno es dar cuando nos piden; pero mejor es dar sin que nos pidan, como buenos entendedores" (Khalil Gibran) 

Siempre se ha dicho que para un buen entendedor con pocas palabras basta.   

Hace poco me encontré con un “amigo” al cual hacía algún no veía y quien aparentemente se alegró al verme. La verdad es que no pudo evitar el encuentro ya que estaba sentado en su flamante vehículo, al parecer esperando a alguien. En pocos minutos me contó de las empresas que tenía, de los estudios que había realizado y de los que estaba realizando. Yo simplemente lo deje que hablara, en ningún momento me pregunto algo sobre mi o sobre mi familia, siempre hablaba de él y de lo exitoso que era. Me dijo que se había enterado de mi revés económico y lo mucho que lo lamentaba. Sin embargo no dijo nada sobre querer ayudarme pese a que acababa de contarme de las empresas que tenía y de lo bien económicamente que estaba. 

Cuando se marchó, no sin antes despedirse de mí con una enigmática sonrisa, me quede pensando lo que hace el dinero en las personas, a muchas de las cuales vuelve insensibles, indiferentes, distantes y son de las que lo miran a uno por encima del hombro o a veces ni eso. Sabía que mi “amigo” hubiera podido hacer mucho por mí pues conocía su gran poder económico. ¿Qué habría pasado si le hubiera pedido ayuda? Posiblemente me hubiera ayudado, sin embargo, la pregunta es ¿A qué buen amigo es necesario pedirle ayuda sabiendo nuestras dificultades? 

A usted que está leyendo este articulo quiero hacerle una pregunta ¿A quién ha ayudado hoy sin que esa persona se lo haya solicitado? Dirá usted que no tiene económicamente nada para dar, lo cual puede ser cierto. Pero, ¿Qué tal si comienza a dar de lo que usted tiene en abundancia? ¿Sabía usted que el mejor regalo es aquel que no pueda comprar con dinero? ¿Qué tal si hoy, sin decir absolutamente nada, le da un abrazo sincero a esa persona con la cual usted convive, labora o permanece la mayor parte del tiempo? Le anticipo que debe estar preparado(a) para una reacción no siempre muy agradable, porque es muy probable le pregunten que le está pasando, si está consumiendo alguna droga de esas raras, si tiene fiebre o si piensa que se va a morir y ya se está despidiendo, ya que por lo general, no estamos acostumbrados a ese tipo de manifestaciones. 

Recuerde que hay personas tan pobres tan pobres que lo único que tienen es dinero. Dar sin necesidad de que nos pidan es quizás la mayor obra de misericordia. Le sugiero volver a leer un artículo que publique recientemente (http://onofrerestrepo.blogspot.com.co/2015/08/los-pobres-vergonzantes.html) en el cual escribo al respecto.

Siempre se ha dicho que el dinero no hace la felicidad, idea que respeto pero no comparto, ya que podemos hacer felices a muchas personas con dinero o sino que lo digan las personas que en un momento dado son favorecidas con una ayuda económica que no esperaban. Pienso que los que dicen que el dinero no es importante es porque nunca lo han tenido o no lo han sabido utilizar. Por supuesto que el dinero es importante, otra cosa es que nos fanaticemos y estemos dispuestos a hacer cualquier cosa por conseguirlo. Recordemos la frase de Voltaire cuando decía “Quien cree que el dinero lo hace todo, acaba haciendo de todo por dinero”

La Madre Teresa de Calcuta afirmaba que: "quien no vive para servir, no sirve para vivir". Reflexione sobre lo mucho que puede hacer en pro de sus semejantes. Claro que si usted es de los que interpretan mal el más grande mandamiento de "Amarás al señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu" y ese dios es el dinero, ahí si no hay nada que hacer porque no podrás practicar el segundo mandamiento de "y al prójimo como a ti mismo"