viernes, 10 de diciembre de 2021

El retorno de la inversión.

 

Al llegar a casa le pregunte a mi madre por mi padre y me dijo que estaba en el cultivo, me dirigí a la huerta donde lo encontré arrodillado sembrando algo, me acerque a él y le pregunte…

- Pa ¿Qué estas sembrando?

Me miro y estirando la mano izquierda para que lo ayudara a colocarse de pie contesto sonriendo…

- ¿Recuerdas los aguacates que hemos consumido esta semana?

- Claro que sí.

- Estoy sembrando sus semillas – dijo mi padre terminando de incorporarse, ya que por su avanzada edad le era difícil realizar cualquier movimiento.

- Pero pa, para que te molestas sembrando esas semillas de aguacate si es muy probable que no alcances a disfrutar de sus frutos.

Mirándome fijamente, dijo sonriendo como acostumbraba hacerlo…

- Cuando llegué a este mundo encontré alimentos, entre ellos, aguacates, es justo entonces que también yo les deje alimentos no solo a ustedes mis hijos sino a vuestros hijos y a las futuras generaciones. Ven, vamos a sentarnos bajo la sombra de aquel árbol donde tengo un recipiente con una deliciosa limonada.

Acompañé a mi padre hasta el lugar señalado, nos sentamos a la sombra del frondoso árbol y recostados en su tronco, mientras mirábamos en silencio al horizonte, comenzamos a tomar la deliciosa limonada.

Mi padre, aunque no había tenido estudios académicos, lo consideraba un hombre muy sabio, un campesino que durante toda su vida había arado la tierra y había sido arriero. Hablaba relativamente poco pero cuando lo hacía, lo hacía con sabiduría. Colocando su mano derecha sobre el muslo de mi pierna izquierda manifestó…

- La vida hijo es como este frondoso roble en el cual estamos recostados, nació de una pequeña semilla, tal y como lo hicimos nosotros de un espermatozoide y un ovulo invisibles a simple vista, crecimos, como lo está este gigantesco árbol y nosotros. 
Tú aun eres un hombre joven, en cambio a mí me queda poco tiempo de vida…

- No digas eso pa – lo interrumpí – vas a vivir muchos años más…

- Sabes muy bien que no es así hijo, como te decía hace un momento, nacemos, crecemos, algunos nos reproducimos y luego morimos, es la ley de la vida. Ahora bien ¿Cuántos años crees que demorará en dar frutos las semillas de aguacate que acabo de sembrar?

Pensé por algunos momentos la respuesta, pero al no encontrar una razonable, debido a que no era campesino y no sabía casi nada de las labores del campo, respondí…

- Pa, no lo sé, ¿Cuántos?

- Si no hay dificultades de plagas o de sequías y se está cuidando, abonando y desmalezando, tardará de tres a cinco años para que comience a dar los primero frutos pero solo será después de siete años cuando año a año el aguacate dará sus cosechas.

- ¿Quieres decir que hay que esperar siete años para obtener el retorno de la inversión?

- O más, porque las primeras cosechas serán para pagar los gastos que generó el cultivo durante los primeros años.

- Entonces ese cultivo no es muy rentable que digamos.

- Por supuesto que lo es, solo que hay que tener paciencia igual a la que se tiene con los hijos, con la diferencia que los campesinos disfrutan del retorno de la inversión de sus cultivos, no así los padres de los hijos.

- ¿Cómo así?

Mi padre, suspiro resignado y mirando hacia el horizonte, respondió…

- En condiciones normales los cultivos siempre permanecerán en un sitio, mientras que los hijos crecen y luego se van, la mayoría de ellos olvidándose de sus padres.

- Yo no me olvidaré de ustedes.

- Eso espero hijo, eso espero, aunque no es nada seguro. Llegara el día que quieras formar un hogar o quizás quieras viajar y entonces, otros serán los que disfruten de la inversión de tiempo y dinero que hemos hecho en ti, aunque el retorno de la inversión no siempre está dado en especie o en cosas tangibles, pienso que el mejor retorno de la inversión para un campesino es saber que con sus cultivos alimenta a mucha gente.
Ahora dime, tu como escritor, ¿Cuál crees que es el retorno de la inversión que has hecho en tiempo y dinero escribiendo tus libros?

- Las regalías de mis libros por supuesto.

- ¿Crees que las regalías compensan el tiempo y el dinero invertido?

- Muchos escritores viven muy bien de sus regalías.

- Tú los has dicho, muchos, pero no todos. ¿Qué pasa entonces con los escritores que no logran ser famosos y sin embargo siguen escribiendo sin esperar nada a cambio?

- Ahora te comprendo pa, no siempre el retorno de la inversión está representado en dinero, para mí por ejemplo, la mayor satisfacción es saber que gracias a mis libros, mis lectores pueden tener una mejor calidad de vida mejorando su forma de pensar y de actuar.

- Me alegro que pienses así hijo, porque hay quienes tienen mentalidad de comida rápida, si no ven resultados tangibles y cuantificables simplemente abandonan, ahora ayúdame al ponerme nuevamente en pie, ya que tu mamá debe estar esperándonos para almorzar.

Cuánta razón tenía mi padre, la mayoría de las veces el retorno de la inversión no siempre está representado en dinero sino en la satisfacción del deber cumplido, en saber que todos aquellos que de una u otra forma impactamos, posiblemente sabrán cómo superar mejor las dificultades o tener una mejor percepción de la vida.

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