jueves, 17 de marzo de 2022

El arte de escribir.


Se dice que todo ser humano debe sembrar un árbol, tener un hijo y escribir un libro.

Aunque no todos podemos hacer las tres cosas. Por ejemplo, para los agricultores sembrar árboles y tener hijos es relativamente fácil, sin embargo, no todos tienen la habilidad de escribir un libro.

De igual forma, a muchos escritores les puede resultar fácil escribir y hasta tener hijos, pero posiblemente no sean tan buenos sembrando árboles.

Estás y muchas otras habilidades nos diferencian unos de otros, ya que no podemos ser buenos en todo.

Escribir para mi es sumamente fácil y es algo que disfruto mucho ya que comencé a hacerlo desde niño.

Recuerdo que mis padres creían que estaba haciendo las tareas de la escuela pero la verdad es que estaba escribiendo mis pequeñas aventuras, hasta que llego el día que me descubrieron y hasta ahí llego mi labor con la literatura, ya que, según mis padres, en la familia no habían escritores y además no se podía vivir de eso.

Así que me “sugirieron” dejar esa ventolera de la escritura y concentrarme en los estudios. Al fin y al cabo, como eran mis padres, tocó obedecer, ni más faltaba!!!

Aunque me dedique a estudiar, en mi interior siempre quería ser escritor, prometiéndome que lo haría cuando fuera mayor de edad. Termine mis estudios como administrador de empresas y para mi infortunio comencé a laborar con la empresa privada donde ocupé altos cargos directivos y económicamente me iba muy bien.

Por lo tanto, el sueño de ser escritor se fue diluyendo y para colmo de males, me casé y mi esposa me “sugirió” también dejar la idea de escribir.

Algo que uno nunca debe hacer es sacrificar sus gustos, amigos, familiares, etc. Por tratar de no molestar a su compañero(a), ya que eso se convierte en una bomba de tiempo y llega el momento en que estalla, como fue lo que sucedió con mí matrimonio.

Algo difícil de asimilar es el divorcio, más aún cuando a uno siempre le han dicho que el matrimonio es hasta que la muerte nos separe.

Incursione por varios años como empresario independiente y aunque había estudiado administración de empresas, administraba muy bien las de los demás pero no las mías, el resultado? Una estruendosa quiebra económica.

Mi hija mayor de mi primer matrimonio - ya tenía nueva pareja - cumplía su mayoría de edad y mientras celebrábamos su cumpleaños, me pidió un regalo bien particular, que hiciera realidad mi sueño de escribir, algo que respaldó plenamente mi nueva compañera.

Fue así entonces, debido a que por mi edad no conseguía trabajo, me dediqué a escribir, lo cual hacía con tanto agrado que, mientras lo hacía, perdía la noción del tiempo.

Hoy en día, gracias a mis lectores, soy un escritor medianamente conocido. Por lo tanto, basado en mi experiencia personal, quiero compartir con usted amable lector, algunas sugerencias que, en caso que quiera dedicarse al oficio extremo de la escritura, posiblemente le sirvan de algo. Le reitero que es basado en mi experiencia, por lo tanto, es bueno que se asesore de otros escritores con más experiencia que la mía o realice talleres de escritura. Además recuerde que cuatro ojos ven más que dos, por lo tanto debe dejarse guiar por los que saben.

Antes de dedicarse al maravilloso arte de la escritura debe evaluar cómo está su nivel de frustración. ¿Es usted de los que los “fracasos” no lo afectan mucho que digamos?

Lo pregunto porque una cosa es escribir y otra que nos lean. Debe saber que de cada cien libros que se escriben, escasamente dos son rentables para las editoriales, de ahí que, si usted no es de la farándula, un YouTuber, un influencer, un periodista reconocido, alguien muy famoso(a) o tiene millones de seguidores en las redes sociales, deberá correr con todos los gastos que genera publicar un libro e invertir fuertes cantidades de dinero en publicidad para hacer conocer sus escritos.

Un libro es un artículo como cualquier otro, si no se promociona, no se vende. Así es amigo lector que nada de nervios. Como escribía anteriormente, el arte de escribir es para machos y no para muchos.

La siguiente pregunta que usted debe responder es: ¿realmente disfruta escribir? Lo pregunto porque, al igual que muchos actores sufren de miedo escénico, también hay escritores para los cuales tener una página en blanco delante de sí, es una verdadera tortura.

Otra pregunta es: ¿cuál va a ser la temática que lo va a caracterizar a usted. En mi caso por ejemplo comencé a escribir libros técnicos basados en mi profesión, los cuales muy pocos vieron la luz al final del túnel, luego, y por aquellos azares del destino, comencé a escribir ficción, acatando la sugerencia de Amazon, que es la editorial que me publica, y a lo manifestado por el escritor y político Romano Callo Petronio Árbitro, el cual vivió durante el reinado de Nerón, cuando dijo “Mundus vuelt decipi, ergo desipiatur” el mundo quiere ser engañado, pues engañémosle. Ahora soy considerado un escritor de ficción debido a la saga “El Elegido, entre la ficción y la realidad”.

Así mismo, le sugiero que identifique la temática de la cual va a escribir con el fin que sus lectores lo sigan más fácilmente.

Otra cosa que debe tener en cuenta es que, si sus escritos no son técnicos o científicos, debe utilizar un vocabulario que hasta un niño comprenda, caso concreto lo que hace la escritora británica J. K Rowling, con su famosísima saga de Harry Potter, la cual ha vendido más de quinientos millones de copias.

Ahora bien, es de recordar que semejante éxito editorial no se logró de la noche a la mañana, más aún cuando más de doce editoriales inicialmente no aceptaron sus libros.

Como millones de escritores, a la señora Rowling le toco vivir situaciones bien difíciles antes de ser famosa. Así es amigo lector que usted no se puede desmoralizar si sus escritos no son tan bien acogidos como los de la escritora Rowling.

Lo otro que le sugiero es que no escriba pensando en el dinero que le van a producir sus escritos, a no ser que usted sea un generador de contenido y le paguen por cada artículo publicado.

Si no es así, usted debe concentrarse es en escribir y hacerlo bien, el dinero será el resultado de una labor bien hecha y promocionada. 

Cuando usted escribe pensando en el dinero que se va a ganar, se desenfoca y los resultados no van a ser los mejores.

Ahora bien, el principal lector de sus escritos debe ser usted, por la sencilla razón que no existe mejor crítico que uno mismo.

Así, a medida que vuelve a leer lo que usted escribe, encontrará detalles que deba corregir para próximos escritos.

Las preguntas del millón son: ¿a usted le gusta lo que escribe? De ser así, a millones de personas en el mundo les gustará.

¿Usted le recomendaría leer sus escritos a sus hijos, en caso que los tenga? Recuerde que “quien lee un libro, no vuelve a ser el mismo”, por lo tanto lo ideal es que sus lectores sean cada día mejores.

El éxito editorial de Harry Potter, radica en despertar sueños, fantasías, en hacer volar la imaginación por medio de la magia. ¿Y qué hay que llame más la atención que la magia?

Ánimo pues amigo escritor, para atrás ni para coger impulso, a escribir, a dejar un legado para las próximas generaciones.

Si le inquieto este artículo y tiene alguna pregunta, contácteme al WhatsApp (57) 3503003804 o al correo electrónico onofrerestrepo@gmail.com. En lo que le pueda servir, con el mayor gusto.

Un abrazo.

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miércoles, 9 de marzo de 2022

Solo se que no se nada.

 


Esta frase atribuida al filósofo griego Sócrates bien podría utilizarse en la post pandemia.

Antes de la pandemia, millones de personas en el mundo sabíamos que hacer, ya que por muchos años habíamos realizado una profesión u oficio.

Llego la pandemia y a millones de personas nos acogió literalmente con los pantalones abajo, muchos, como decimos en Colombia, nos toco apagar e irnos o sea cerrar nuestras empresas, cambiar de actividad o simplemente comenzar a pensar que hacer para seguir sobreviviendo, la mayoría de las veces, realizando labores para las cuales no estamos capacitados o tenemos experiencia, y, como el ave fénix, resurgir de nuestras cenizas. Es entonces cuando nos damos cuenta que, como dice la frase, lo que sabemos, de nada nos sirve. 

La pandemia ha generado cualquier cantidad de situaciones, desde las más dramáticas como haber establecido las tasas más altas de suicidios en el mundo, debido a la desesperación generada por la incertidumbre, hasta empresarios para los cuales fue lo mejor que les pudo haber pasado, ya que, vieron crecer sus fortunas en forma exponencial, como es el caso de las empresas dedicadas a la tecnología.  

En momentos en que escribo esta nota, se desata la guerra entre Rusia y Ucrania, la cual puede generar una situación a nivel mundial mucho más difícil que la que ocasionó la pandemia por el COVID-19.

Ambas situaciones, tanto la guerra contra el enemigo “invisible”  del virus del COVID y como la guerra generada por el presidente de Rusia, muy probablemente fueron intencionales, lo que demuestra que el ser humano es una de las especies que se auto destruye y que está en vía de extinción, con lo cual, queda descartado aquello que somos “homo sapiens” (hombre sabio) pues de sabios muy poco.

La pandemia ha matado más de seis millones de personas, por lo general, a más ancianos que a jóvenes, y a los ancianos que no ha matado, nos tiene padeciendo, ya sea por los normales acháquese de la edad o por el marginamiento y la indiferencia, no solo de nuestros “seres queridos”, sino del mundo laboral, para el cual, somos obsoletos, pues en un país como Colombia, cuando se superan los cuarenta años, es difícil ingresar al mercado laboral.

En cuanto a la guerra bélica, bueno, esas solo las ganan los que las financian, que por lo general, no son los que ponen los muertos.

Como lo escribí en mi libro “Vivos de Milagro”, ahora sí es cierto que lo estamos. Así es amigo lector que, nada de nervios y practiquemos lo que dice el escritor alemán Eckhart Tolle en su libro, “El Poder del Ahora”, vivamos y disfrutemos del presente porque el pasado ya pasó y el futuro es incierto.

Y que Dios nos coja confesados.

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