miércoles, 23 de noviembre de 2022
Perder es ganar
jueves, 10 de noviembre de 2022
Es mejor ser perro de rico que hijo de pobre.
martes, 13 de septiembre de 2022
El que este libre de pecado, que tire la primera piedra.
miércoles, 17 de agosto de 2022
El futuro de Colombia.
sábado, 14 de mayo de 2022
A Dios lo que es de Dios y a Elon Musk reconocerle su liderazgo empresarial.
Hace poco, googleando, me encontré con un artículo publicado
por Torknews que me pareció bien interesante, no solo por su contenido, sino
porque los seguidores de Musk no terminamos de sorprendernos con las habilidades
empresariales de este magnate surafricano, catalogado como el hombre más rico
del planeta para el momento que escribo este blog (Mayo de 2022).
Mi padre solía decir que “nada en la vida es gratis”, lo
cual queda evidenciado en las estrategias que tiene el Sr. Elon Musk para ser
lo que es y representa. Analicemos entonces ese interesante artículo y permítanme
hacer algunos comentarios al respecto comparando las estrategias del Sr. Musk
con la realidad de mi país, Colombia.
LAS REGLAS QUE DEBEN
SEGUIR LOS EMPLEADOS DE ELON MUSK
1. 1. Pocas reuniones
y cortas: Si hay algo que molesta al Sr. Musk y lo ha manifestado en varias
oportunidades, es la costumbre de realizar reuniones grandes y de manera
frecuente. Estas solo deben realizarse cuando sean urgentes y que su duración
sea lo más corta posible. Al mismo tiempo afirma que debe ser útil para para
todos los que estén presentes y no únicamente para algunos.
COMENTARIO: Algo
que deberíamos practicar más los empresarios colombianos que sufrimos de reunionitis
aguda, ya que hasta para tomar las decisiones más intrascendentes, hay que
hacer reuniones, las cuales, por lo general, van acompañadas de refrigerios o “almuerzos
de trabajo”, que entre otras cosas, de trabajo no tienen nada, pues se habla de
cualquier cantidad de cosas, menos de los objetivos que propiciaron la reunión,
además que a esas reunión muchas veces se “infiltran” personas que nada tienen
que ver en el asunto y que curiosamente son los que más hablan y opinan, muchas
veces sin conocimiento de causa y solo por hacerse los importantes.
2. 2. Si no aportas a la reunión, abandónala: El
Sr. Musk no cree que sea de mala educación abandonar una reunión si no se está
aportando en ella, sino que considera peor que se esté perdiendo el tiempo en
ella.
COMENTARIO: Como
lo escribía en el comentario anterior, a los “infiltrados”, aquí en Colombia los
llamamos lagartos, no desperdician la oportunidad de estar en una reunión y
mejor si es con sus jefes a los cuales halagan y les demuestran sus habilidades
y conocimientos, cuando la verdad es que lo único que hacen es hacer perder el
tiempo y probablemente desviar la atención de lo realmente importante.
3. 3. Utilizar vocabulario simple: Todos
deben entender de lo que se está hablando, no hay necesidad de utilizar
abreviaciones o palabras rebuscadas para referirse a las cosas. Con esto el Sr.
Musk evita que los empleados deban memorizar algunos términos y facilitar la
comunicación.
COMENTARIO: No se
usted amable lector, pero a mi si me ha tocado asistir a reuniones o
conferencias donde, para entender de lo que está hablando el expositor, debe uno
tener a la mano un diccionario actualizado o constantemente estarle preguntando
a Mr. Google que significa determinada palabra o abreviación, más ahora con
esto de la tecnología que uno debe ser un verdadero experto en inteligencia
artificial o mejor aún, un físico cuántico, para entender y comprender el
vocabulario técnico utilizado, de tal forma que los que ya no somos de la
generación de cristal, realmente pasamos muy malos momentos en ese tipo de
reuniones donde lo hacen ver a uno como un verdadero ignorante.
4. 4. En la comunicación no existen rangos: Como
se mencionó anteriormente, el Sr. Musk hace hincapié en el dialogo. Si se tiene
un mensaje para la gente no hace falta que pase por una cadena de mensajeros,
hazlo tú directamente. Mientras más
corto sea el camino del mensaje, más corto llegará.
COMENTARIO: Aquí en
Colombia es prácticamente imposible hacer eso, ya que existen una cantidad de “filtros”
que no permiten que alguien pueda expresarle a la persona interesada un mensaje
directamente. Caso concreto, las secretarias, las cuales suelen convertirse en verdaderas
barreras para llegar ante cualquier directivo de la empresa. Primero uno debe
contarle ella para que exactamente uno necesita hablar con el directivo y si, a
su juicio, considera que lo que uno quiere decirle al directivo no es
importante, simplemente no lo deja a uno pasar o en el peor de los casos le dice
que el directivo no está.
Hay que recordar que para uno llegar donde la secretaria,
primero debe pasar el filtro del portero o del vigilante de la empresa a quien también
hay que darle una explicación de porqué uno necesita hablar con el directivo. Y
ni que hablar de los porteros de los hospitales que se creen con más
conocimientos que los médicos y si no lo ven a uno desangrándose, no lo dejan
pasar y cuantos hay que han muerto en las puertas de los hospitales porque no
fueron atendidos oportunamente.
5. 5. No filtrar datos a la prensa: Cada
empleado tiene la responsabilidad de la información interna de la empresa. En más
de una oportunidad, el Sr. Musk afirmó que toma medidas severas con quienes
filtran algún dato indebido a los medios de comunicación.
COMENTARIO: Otra
regla bien difícil de practicar en mi amada Colombia, ya que, con esto de la
tecnología, el “espionaje” esta al orden del día, pues no ha de faltar quien
grave o filme las reuniones y hasta las trasmita en directo. La imprudencia y
la falta de educación es tal, que muchas veces hasta los medios de comunicación
se sorprenden cuando en las redes sociales sale la noticia antes que ellos la
supieran.
Un caso concreto de “espionaje” sucede con los cantautores o
escritores, muchas veces antes que el disco o el libro salgan a la venta, ya están
pirateados y se consiguen a menos de la mitad de precio. Los escándalos y hasta
quiebras económicas de empresas se deben a esa infortunada práctica.
6. 6. No seguir reglas tontas: El sentido
común por encima de las reglas. Si crees que seguir las normas entorpece tu
accionar, prioriza tu decisión. Hay algunas imposiciones que pueden carecer de lógica
frente a situaciones particulares, de ser así, deberán cambiarse.
COMENTARIO: Como
dice mi gran amigo el Dr. Luis Bernardo Duque Osorio, en Colombia existen
cincuenta millones de abogados. Y es que como lo afirma el Dr. Duque, Colombia
es un país de leguleyos. Si hay personas que lo compliquen todo, son los
abogados, no todos claro está, porque en el ramo del derecho hay verdaderos profesionales que actúan con profesionalismo, personas para las cuales el derecho es toda una disciplina y una ciencia y la
practican con ética. Infortunadamente son la excepción y no la regla.
Se dice que “el sentido común es el menos común de los
sentidos” y aquí en Colombia todos tenemos una opinión diferente sobre un tema,
pero pocas veces prima el sentido común, ¿el resultado? La tramitología y la
más absoluta corrupción en todos los niveles de la sociedad.
Como podemos apreciar, el señor Elon Musk, practica y hace practicar a su gente estas seis reglas básicas que, si lo pensamos detenidamente, son parte del éxito del magnate. ¡Cuánta falta le hace a mi país líderes como el Sr. Musk!
https://universovirtualcomunicaciones.com/
jueves, 17 de marzo de 2022
El arte de escribir.
Se dice que todo ser humano debe sembrar un árbol, tener un hijo y escribir un libro.
Aunque no todos podemos hacer las tres cosas. Por ejemplo,
para los agricultores sembrar árboles y tener hijos es relativamente fácil, sin
embargo, no todos tienen la habilidad de escribir un libro.
De igual forma, a muchos escritores les puede resultar fácil
escribir y hasta tener hijos, pero posiblemente no sean tan buenos sembrando
árboles.
Estás y muchas otras habilidades nos diferencian unos de
otros, ya que no podemos ser buenos en todo.
Escribir para mi es sumamente fácil y es algo que disfruto
mucho ya que comencé a hacerlo desde niño.
Recuerdo que mis padres creían que estaba haciendo las
tareas de la escuela pero la verdad es que estaba escribiendo mis pequeñas
aventuras, hasta que llego el día que me descubrieron y hasta ahí llego mi labor
con la literatura, ya que, según mis padres, en la familia no habían escritores
y además no se podía vivir de eso.
Así que me “sugirieron” dejar esa ventolera de la escritura
y concentrarme en los estudios. Al fin y al cabo, como eran mis padres, tocó
obedecer, ni más faltaba!!!
Aunque me dedique a estudiar, en mi interior siempre quería
ser escritor, prometiéndome que lo haría cuando fuera mayor de edad. Termine
mis estudios como administrador de empresas y para mi infortunio comencé a
laborar con la empresa privada donde ocupé altos cargos directivos y
económicamente me iba muy bien.
Por lo tanto, el sueño de ser escritor se fue diluyendo y
para colmo de males, me casé y mi esposa me “sugirió” también dejar la idea de
escribir.
Algo que uno nunca debe hacer es sacrificar sus gustos,
amigos, familiares, etc. Por tratar de no molestar a su compañero(a), ya que
eso se convierte en una bomba de tiempo y llega el momento en que estalla, como
fue lo que sucedió con mí matrimonio.
Algo difícil de asimilar es el divorcio, más aún cuando a
uno siempre le han dicho que el matrimonio es hasta que la muerte nos separe.
Incursione por varios años como empresario independiente y
aunque había estudiado administración de empresas, administraba muy bien las de
los demás pero no las mías, el resultado? Una estruendosa quiebra económica.
Mi hija mayor de mi primer matrimonio - ya tenía nueva
pareja - cumplía su mayoría de edad y mientras celebrábamos su cumpleaños, me
pidió un regalo bien particular, que hiciera realidad mi sueño de escribir,
algo que respaldó plenamente mi nueva compañera.
Fue así entonces, debido a que por mi edad no conseguía
trabajo, me dediqué a escribir, lo cual hacía con tanto agrado que, mientras lo
hacía, perdía la noción del tiempo.
Hoy en día, gracias a mis lectores, soy un escritor
medianamente conocido. Por lo tanto, basado en mi experiencia personal, quiero
compartir con usted amable lector, algunas sugerencias que, en caso que quiera
dedicarse al oficio extremo de la escritura, posiblemente le sirvan de algo. Le
reitero que es basado en mi experiencia, por lo tanto, es bueno que se asesore
de otros escritores con más experiencia que la mía o realice talleres de escritura. Además recuerde que cuatro
ojos ven más que dos, por lo tanto debe dejarse guiar por los que saben.
Antes de dedicarse al maravilloso arte de la escritura debe
evaluar cómo está su nivel de frustración. ¿Es usted de los que los “fracasos”
no lo afectan mucho que digamos?
Lo pregunto porque una cosa es escribir y otra que nos lean.
Debe saber que de cada cien libros que se escriben, escasamente dos son
rentables para las editoriales, de ahí que, si usted no es de la farándula, un
YouTuber, un influencer, un periodista reconocido, alguien muy famoso(a) o
tiene millones de seguidores en las redes sociales, deberá correr con todos los
gastos que genera publicar un libro e invertir fuertes cantidades de dinero en
publicidad para hacer conocer sus escritos.
Un libro es un artículo como cualquier otro, si no se
promociona, no se vende. Así es amigo lector que nada de nervios. Como escribía
anteriormente, el arte de escribir es para machos y no para muchos.
La siguiente pregunta que usted debe responder es: ¿realmente
disfruta escribir? Lo pregunto porque, al igual que muchos actores sufren de
miedo escénico, también hay escritores para los cuales tener una página en
blanco delante de sí, es una verdadera tortura.
Otra pregunta es: ¿cuál va a ser la temática que lo va a
caracterizar a usted. En mi caso por ejemplo comencé a escribir libros técnicos
basados en mi profesión, los cuales muy pocos vieron la luz al final del túnel,
luego, y por aquellos azares del destino, comencé a escribir ficción, acatando
la sugerencia de Amazon, que es la editorial que me publica, y a lo manifestado
por el escritor y político Romano Callo Petronio Árbitro, el cual vivió durante el
reinado de Nerón, cuando dijo “Mundus vuelt decipi, ergo desipiatur” el mundo
quiere ser engañado, pues engañémosle. Ahora soy considerado un escritor de
ficción debido a la saga “El Elegido, entre la ficción y la realidad”.
Así mismo, le sugiero que identifique la temática de la cual
va a escribir con el fin que sus lectores lo sigan más fácilmente.
Otra cosa que debe tener en cuenta es que, si sus escritos
no son técnicos o científicos, debe utilizar un vocabulario que hasta un niño
comprenda, caso concreto lo que hace la escritora británica J. K Rowling, con
su famosísima saga de Harry Potter, la cual ha vendido más de quinientos
millones de copias.
Ahora bien, es de recordar que semejante éxito editorial no
se logró de la noche a la mañana, más aún cuando más de doce editoriales
inicialmente no aceptaron sus libros.
Como millones de escritores, a la señora Rowling le toco
vivir situaciones bien difíciles antes de ser famosa. Así es amigo lector que
usted no se puede desmoralizar si sus escritos no son tan bien acogidos como
los de la escritora Rowling.
Lo otro que le sugiero es que no escriba pensando en el
dinero que le van a producir sus escritos, a no ser que usted sea un generador
de contenido y le paguen por cada artículo publicado.
Si no es así, usted debe concentrarse es en escribir y
hacerlo bien, el dinero será el resultado de una labor bien hecha y promocionada.
Cuando usted escribe pensando en el dinero que se va a
ganar, se desenfoca y los resultados no van a ser los mejores.
Ahora bien, el principal lector de sus escritos debe ser
usted, por la sencilla razón que no existe mejor crítico que uno mismo.
Así, a medida que vuelve a leer lo que usted escribe,
encontrará detalles que deba corregir para próximos escritos.
Las preguntas del millón son: ¿a usted le gusta lo que
escribe? De ser así, a millones de personas en el mundo les gustará.
¿Usted le recomendaría leer sus escritos a sus hijos, en
caso que los tenga? Recuerde que “quien lee un libro, no vuelve a ser el
mismo”, por lo tanto lo ideal es que sus lectores sean cada día mejores.
El éxito editorial de Harry Potter, radica en despertar
sueños, fantasías, en hacer volar la imaginación por medio de la magia. ¿Y qué
hay que llame más la atención que la magia?
Ánimo pues amigo escritor, para atrás ni para coger impulso,
a escribir, a dejar un legado para las próximas generaciones.
Si le inquieto este artículo y tiene alguna pregunta, contácteme
al WhatsApp (57) 3503003804 o al correo electrónico onofrerestrepo@gmail.com. En lo que le pueda servir, con el mayor gusto.
Un abrazo.
Libros publicados por Onofre Restrepo: https://amzn.to/3FDN5wb
miércoles, 9 de marzo de 2022
Solo se que no se nada.
Esta frase atribuida al filósofo griego Sócrates bien podría
utilizarse en la post pandemia.
Antes de la pandemia, millones de personas en el mundo
sabíamos que hacer, ya que por muchos años habíamos realizado una profesión u
oficio.
Llego la pandemia y a millones de personas nos acogió
literalmente con los pantalones abajo, muchos, como decimos en Colombia, nos
toco apagar e irnos o sea cerrar nuestras empresas, cambiar de actividad o
simplemente comenzar a pensar que hacer para seguir sobreviviendo, la mayoría de las veces, realizando labores para las cuales no estamos capacitados o tenemos experiencia, y, como el
ave fénix, resurgir de nuestras cenizas. Es entonces cuando nos damos cuenta que, como dice la frase, lo que sabemos, de nada nos sirve.
La pandemia ha generado cualquier cantidad de situaciones,
desde las más dramáticas como haber establecido las tasas más altas de
suicidios en el mundo, debido a la desesperación generada por la incertidumbre,
hasta empresarios para los cuales fue lo mejor que les pudo haber pasado, ya
que, vieron crecer sus fortunas en forma exponencial, como es el caso de las
empresas dedicadas a la tecnología.
En momentos en que escribo esta nota, se desata la guerra
entre Rusia y Ucrania, la cual puede generar una situación a nivel mundial
mucho más difícil que la que ocasionó la pandemia por el COVID-19.
Ambas situaciones, tanto la guerra contra el enemigo
“invisible” del virus del COVID y como la
guerra generada por el presidente de Rusia, muy probablemente fueron
intencionales, lo que demuestra que el ser humano es una de las especies que se
auto destruye y que está en vía de extinción, con lo cual, queda descartado
aquello que somos “homo sapiens” (hombre sabio) pues de sabios muy poco.
La pandemia ha matado más de seis
millones de personas, por lo general, a más ancianos que a jóvenes, y a los ancianos que no
ha matado, nos tiene padeciendo, ya sea por los normales acháquese de la edad o por el marginamiento y la indiferencia, no solo de nuestros “seres
queridos”, sino del mundo laboral, para el cual, somos obsoletos, pues en un país
como Colombia, cuando se superan los cuarenta años, es difícil ingresar al
mercado laboral.
En cuanto a la guerra bélica, bueno, esas solo las ganan los
que las financian, que por lo general, no son los que ponen los muertos.
Como lo escribí en mi libro “Vivos de Milagro”, ahora sí es
cierto que lo estamos. Así es amigo lector que, nada de nervios y practiquemos
lo que dice el escritor alemán Eckhart Tolle en su libro, “El Poder del Ahora”,
vivamos y disfrutemos del presente porque el pasado ya pasó y el futuro es
incierto.
Y que Dios nos coja confesados.
viernes, 25 de febrero de 2022
Cita Médica.
Por los altavoces de la sala de espera de la clínica, alguien
dijo…
- El señor
Onofre Restrepo favor pasar al consultorio 18.
Me dirigí al consultorio y al ingresar salude…
- Doctora
buena tarde.
Sin ni siquiera mirarme por estar pendiente de la pantalla
del computador, la joven médico dijo…
- Cuénteme
señor Restrepo a que se debe su consulta.
La joven no apartaba la mirada de la pantalla.
- Doctora,
vine para que por favor me lea unos los exámenes y a consultarle algo.
La joven continuaba mirando la pantalla de su computador,
mientras digitaba algo en el teclado. Como sabía que solo disponía de 20
minutos comencé a cronometrar el tiempo.
- Todos
sus exámenes están relativamente buenos para su edad señor Restrepo – dijo la
joven aun sin mirarme – venga le tomo la presión. Siéntese en esa camilla y
súbase la manga de la camisa.
Seguí las instrucciones.
- Su
presión arterial está un poco alta – dijo la joven mientras tomaba asiento
nuevamente frente a su computador.
- Doctora,
últimamente me está molestando un poco la espalda.
- En la
escala de 1 a 10 cómo calificaría el dolor – dijo sin mirarme.
- En cinco
doctora.
- Eso debe
ser un lumbago, le mandaré unas capsulas de ibuprofeno para cuando tenga mucho
dolor.
Era obvio que para la doctora que me estaba atendiendo yo
era uno de esos viejos hipertensos y prostáticos que solo le estaba quitando su
valioso tiempo, además que no le permitía responder los mensajes que le
llegaban constantemente a su celular. La
pregunta es ¿la doctora se daría cuenta que ante ella había un anciano que merecía
su atención? No, por supuesto que no y ni culparla porque ella disponía de
escasos veinte minutos para atender a cada paciente.
- ¿Algo
más señor Restrepo? – pregunto la doctora mientras continuaba concentrada en lo
que estaba haciendo en el computador.
- No
doctora. Gracias.
- Por favor
cierre la puerta al salir y no olvide reclamar los medicamentos que le acabo de prescribir en la farmacia.
Y eso fue todo.
Tiempo total de la consulta, 11 minutos.
Es un hecho que el sistema de salud de mi amado país
Colombia está colapsado, no solo por efectos de la pandemia, sino por la falta
de personal médico, por lo tanto no podemos exigir a los profesionales de la
salud que nos brinden un poco de atención cuando vamos a consulta.
Ahora bien, uno podría decir que eso solo se ve en los
estratos bajos, pero tal cosa no es del todo cierta, la verdad es que es una
situación a nivel general.
Sin embargo, toda regla tiene su excepción. Hace algún
tiempo estuve en consulta médica y todo aparentemente estaba bien con mi salud
ya que solo se trataba de chequeos de rutina. Al llegar a casa recibí una
llamada que me dejo sorprendido y a la vez preocupado. Se estaban comunicando
conmigo del consultorio del médico donde me acababan de atender para averiguar
cómo me sentía, ni siquiera era para hacerme algún tipo de encuesta sobre la
atención que había recibido. Solo querían saber cómo me sentía.
Fue tal mi sorpresa por esa llamada que le pregunte a la mujer
que si podía hablar con el médico que me había atendido pues quería saber que
era lo que realmente pasaba, ya que no era usual que me llamaran solo para
saber cómo estaba. Afortunadamente el
médico me aclaro que era algo que él siempre hacia con sus pacientes. Desde ese
día me convertí en uno de los pacientes más fieles de ese médico.
¿Sabía usted amable lector que muchas veces los pacientes
van donde el medico solo para ser escuchados? Lo digo porque cuando mi madre
aún estaba en este plano de la existencia, ya muy anciana, así no le aquejaran
mucho sus normales achaques, iba donde un médico que la había atendido por
muchos años y que obviamente sabía que mi madre era hipocondriaca.
Varias veces acompañe a mi madre donde ese médico, el cual
siempre la recibía con una sonrisa y un suave apretón de manos. Curiosamente
era poco lo que mi madre hablaban del motivo de la consulta pero si mucho de
toda la cantidad de enfermedades y operaciones quirúrgicas que había tenido.
Como siempre, el médico la escuchaba con mucha calma para finalmente decirle
que no dejara de tomarse los medicamentos y
que no comiera mucho dulce, algo a lo que mi madre era adicta.
Es un hecho que los seres humanos somos sociales por
naturaleza y que nos gusta sentirnos importantes, valorados y lo que es más
importante, amados. Infortunadamente con esto de la tecnología, la mayoría de
nuestros seres queridos prefieren dedicarle tiempo a sus juguetes electrónicos
como el celular, la televisión, etc., que a las personas que decimos amar. ¿El
resultado? Una sociedad cada vez más independiente, más solitaria, más
abandonada a su suerte.
Millones de personas en el mundo están solas rodeadas de
mucha gente, sobre todo de los “seres queridos”, aquellos que dicen ser
nuestros familiares y amigos pero que a la hora de la verdad suelen ser más
extraños que los extraños.
El activo más valioso que tenemos se llama tiempo y sin
temor a equivocarme, pienso que es uno de los regalos más importantes que se
pueden dar.
Y usted amable lector ¿Cuánto tiempo comparte con sus “seres
queridos”?