lunes, 23 de mayo de 2016

En vida hermano, en vida


Obviamente el título de mi blog de hoy no es mío, es el título de un hermoso poema escrito por Anna Maria Rabatté el cual hace referencia a que debemos decir y hacer por los demás, especialmente por nuestros seres queridos, en vida y no después que hayan renacido o muerto como algunos llaman a ese paso que inexorablemente todos los seres vivos tarde que temprano debemos realizar. 

El gran maestro afirmaba que “dejad que los muertos entierren a sus muertos” (Mt.8:22) y es que solo se muere cuando se olvidan de nosotros, cuando sepultan o creman nuestros cuerpos y con ellos los recuerdos. Millones de seres humanos andan muertos en vida. Seres para para quienes nada ni nadie importa. Como dice un refrán popular “caminan porque ven caminar”. 

Todas las culturas y las civilizaciones que han pasado por ésta, nuestra casa, el planeta tierra; han tenido y tienen sus propias ideas de la muerte, algunas la celebran, otras simplemente la aceptan como algo natural, otras han tenido costumbres bien interesantes como enterrar o enterrarse con sus seres queridos, con sus líderes políticos o religiosos o con los que consideraban sus dioses. 

Cualquiera sea la idea que tengamos de ese suceso trascendental, no cabe duda que marca de alguna forma las vidas de los que continuamos en este plano de la existencia. Ya sea por un hecho violento o natural, el fallecimiento de un ser querido deja un vacío que difícilmente se puede llenar y solo el tiempo puede de alguna forma borrar. 

Qué bueno sería que aplicáramos y practicáramos siempre el poema de la señora Rabatté y le dijéramos a esos seres que tanto nos importan lo que representan y significan para nosotros y que no esperáramos a que estuvieran dentro de un ataúd para manifestarles eso que tuvimos tantas oportunidades para decirles mientras estuvieron a nuestro lado o quizás a la distancia de una llamada telefónica o de un mensaje. 

Es cuando debemos pensar en que es lo importante y que es lo urgente para nosotros y dejar de lado “los tengo que”. Esos tengo que, que muchas veces nos “obligan” a alejarnos de nuestra familia, de nuestro país y hasta de nosotros mismos en búsqueda de un tesoro, de una tierra prometida, de un sueño que la mayoría de las veces se convierte en una terrible pesadilla. 

Hoy amigo lector quiero pedirle un gran favor. Acérquese a esa persona que vive con usted o que labora con usted y sin decir nada abrácela. Las reacciones suelen ser las más interesantes, desde el rechazo inmediato, hasta la mirada interrogante o de asombro. Es muy probable que le pregunten que le está pasando, que si es que está enfermo, que si es que le va a pedir dinero o algún favor en especial o también que si es que se va a morir, cosa que tarde que temprano sucederá. Usted simplemente sonría y continúe con lo que estaba haciendo sin decir nada. 

¿Cuánto diéramos por poder abrazar a aquellos que por alguna razón ya no están con nosotros? Es el momento entonces que si la vida le está presentando la oportunidad de hacerlo, por favor hágalo ahora mismo, no lo deje para después o para más tarde y si tal cosa por alguna razón no es posible, llámela por teléfono, escríbale un mensaje o envíele un mensaje telepático cargado de amor. Aunque usted no lo crea, ese mensaje le llegara donde quiera que ese ser querido se encuentre. No se extrañe que después de haberle enviado ese pensamiento a esa persona se comunique con usted por los medios tradicionales o quizás también mentalmente. 

Ahora lo invito a recordar y a practicar el hermoso poema 

EN VIDA HERMANO, EN VIDA

Si quieres hacer feliz
a alguien que quieras mucho…
díselo hoy, sé muy bueno
en vida, hermano, en vida…

No esperes a que se mueran
si deseas dar una flor
mándalas hoy con amor
en vida, hermano, en vida…

Si deseas decir “te quiero”
a la gente de tu casa
al amigo cerca o lejos
en vida, hermano, en vida…

No esperes a que se muera
la gente para quererla
y hacerle sentir tu afecto
en vida, hermano, en vida…

Tú serás muy venturoso
si aprendes a hacer felices,
a todos los que conozcas
en vida, hermano, en vida…

Nunca visites panteones,
ni llenes tumbas de flores,
llena de amor corazones,
en vida, hermano, en vida…


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