jueves, 20 de diciembre de 2018

El mejor regalo




Hace poco mi hijo se acercó a mí y con voz triste me dijo…


- Pa, un amiguito me invito a su cumpleaños.

- Eso está muy bien – manifesté sonriendo – ¿pero a que se debe la tristeza? 

- Es que no tengo dinero para llevarle un regalo y no puedo ir a su fiesta sin un regalo.

- ¿Quién te dijo que no puedes ir a su fiesta sin un regalo?

- Nadie – dijo el muchacho levantando sus hombros resignado – pienso que cuando a uno lo invitan a una fiesta debe llevar regalo. 

- Dime una cosa ¿Dices que él es tu amigo? 
- Si, él es mi mejor amigo. 
- ¿Qué es lo que más te agrada de tu amigo?

Me miro extrañado y respondió…

- Pues que es mi amigo. 
- Eso ya lo sé ¿Y él te considera a ti como su mejor amigo?
- Si, muchas veces me lo ha dicho.
- ¿Y tú piensas que él te aprecia por lo que eres o por lo que tienes?
- No te entiendo, que me quieres decir con eso.
- Dicho de otra forma. Tú piensas que tu amigo te apreciara mas si le llevas un buen regalo y luego te vas o que vayas a su fiesta y que compartas con él. 
- Que comparta con el claro está.
- Ahora dime otra cosa ¿Cada que te encuentras con tu amigo debes llevarle un regalo?
- No, por supuesto que no. 
- O sea que él te acepta tal y como eres sin necesidad que le des regalos. 
- Eso creo – dijo extrañado. 
- Entonces ya tienes el problema resuelto. 
- ¿Quiere decir que me darás dinero para comprarle el regalo a mi amigo?
- Por supuesto que no, tú ya tienes el mejor regalo para tu amigo. 
- ¿Cuál? No lo veo. 
- Ven te lo muestro.

Lo acerque a un espejo y un poco confundido pregunto.

- ¿Y dónde está el regalo?
- Lo estás viendo – le dije sonriendo – tu eres su mejor regalo. Si en verdad es tu amigo estoy seguro que se va a alegrar mucho al verte, así no le lleves ningún regalo. Escúchame bien hijo. Un regalo se puede dar en cualquier momento y no necesariamente en una fecha especial. El mejor regalo que tú puedas obsequiar a alguien es aquel que no puedas comprar con dinero. Ve a la fiesta de tu amigo y cuando lo veas le das un fuerte abrazo y lo felicitas por su cumpleaños. Si se enfada porque no le llevaste nada es porque no es tu amigo. 

El joven se rasco la cabeza pensativo, luego, reflejando una amplia sonrisa dijo…

- Sigo pensando que lo mejor sería llevarle un regalo pero tienes razón. Yo sé que para el yo soy más importante que cualquier regalo que le pueda comprar. Me voy para la fiesta de cumpleaños de mi amigo. Ya te contare como me fue. 

Para no hacer más larga la historia debo decir que mi esposa y yo tuvimos que ir por nuestro hijo y sacarlo casi a las malas de la casa de su amigo pues estaban tan entretenidos divirtiéndose que no se habían percatado que se había hecho tarde. 

¿Cuántas veces nos preocupamos porque no tenemos nada que dar cuando tenemos tanto para compartir? Un beso, un abrazo, una palabra de aliento o simplemente nuestra compañía. Permítame amigo lector hacerle una pregunta ¿Cuántas vidas salva usted al año? ¿Sabía usted que anualmente usted puede salvar la vida de muchas personas? Cada cuatro meses usted puede donar sangre y con cada donación de sangre usted puede salvar la vida de varias personas. Así no salve sino a una, valió la pena hacerlo, y no lo hagas solo para salvar la vida de otras personas sino para salvar tu propia vida ya que donar sangre mejora sustancialmente tu salud. Este es uno de los muchos ejemplos de los mejores regalos que podemos dar sin necesidad de comprarlos.


Es navidad, época en la cual solemos preocuparnos sobre lo que debemos regalar a familiares y amigos. ¿Que tal si en esta navidad no regalas nada que se pueda comprar con dinero? Es muy probable que compruebes quien es verdaderamente tu "amigo o tu ser querido". Obviamente debes esperar la mejor reacción pero estar preparado para la peor.  


La próxima vez que debas dar un regalo, piensa primero cual sería el mejor regalo para esa persona. Recuerda que hay gente tan pobre tan pobre que lo único que tiene es dinero, pero no amor o amistad incondicional.



lunes, 1 de octubre de 2018

¡Excelente! Me quede sin empleo



Para muchos quedarse sin empleo es lo peor que les ha podido pasar, y no es de criticar, porque muy probablemente siempre han sido empleados y por lo tanto están acostumbrados a unos ingresos lineales y “seguros”. Por lo tanto, quedarse sin ellos, es algo bastante traumático y puede causar cualquier cantidad de dificultades de toda índole, desde verse seriamente afectada la salud física y mental, como la “estabilidad económica” y todo lo que eso representa.

Curiosamente para otras personas quedarse sin empleo es lo mejor ya que durante mucho tiempo habían pensado en renunciar a sus labores para incursionar en la aventura extrema de crear empresa. Una aventura que se sabe cómo y dónde comienza pero no como termina.  

Y es que emprender es cosa de locos, le debe gustar mucho a uno la adrenalina para incursionar en el mundo de los negocios. Hablo claro está de las personas que voluntariamente lo deciden ya que muchos deben ingresar a ese fantástico y apasionante mundo obligados por la situación política o social que vive el país o porque no han podido ingresar nuevamente al mercado laboral. Para estos últimos ya no es un proyecto de emprendimiento sino de rebusque o sea, hacer cualquier cosa para poder sobrevivir y cuando digo cualquier cosa, es cualquier cosa, llegando a los extremos de la ilegalidad o de desempeñar labores u oficios que nada tienen que ver con su formación académica o experiencia laboral ya que el hambre no da tregua.

Pero en este artículo no me quiero referir a esas personas, sino a aquellas para las cuales quedarse sin empleo ha sido una bendición en vez de una maldición. Comienza para ellas la maratónica carrera de encontrar un nicho del mercado que les permita incursionar como nuevos empresarios. Por lo general ensayan cualquier cantidad de negocios hasta que al fin dan con el que se sienten como peces en el agua y triunfan.

Son el tipo de personas de las cuales se dice que triunfaron de la noche a la mañana. Lo que no saben los dicen eso, es que la noche de los emprendedores por lo general duro muchos años, durante los cuales tuvieron que soportar y sortear cualquier cantidad de situaciones que la mayoría no son capaces de superar y se dieron por vencidos. La noche de los emprendedores por lo general está plagada de tormentas, de vendavales, de acontecimientos extremos que pusieron en riesgo no solo su integridad física y económica sino la de familiares, amigos y hasta de aquellas personas y entidades que en su momento confiaron en ellos.

Sin embargo, algo que caracteriza a los emprendedores es su terquedad de intentarlo una y otra vez hasta que al fin lo logran pues como dice el refrán “tanto va el cántaro al agua que hasta que al fin se rompe”, y es que para los emprendedores triunfar no es una opción, es una obligación, no solo para demostrarse a sí mismos que fueron capaces, sino para tener el orgullo de ver la cara de asombro y de cierta rabia de aquellos que por tantos años dudaron de ellos y solo esperaban la oportunidad para decirles frases como: se lo dije, yo sabía que eso no iba a funcionar. Es que de eso tan bueno no dan tanto. La ambición rompe el saco. El que sube como palma, cae como coco. Más vale pájaro (empleo) en mano que cien volando. Es mejor la gotera (salario) que el chorro, Etc. Etc. Etc.  

El emprendimiento en resumidas cuentas es quizás el deporte más extremo que existe, donde la adrenalina siempre está a flor de piel, donde cada día se presentan nuevos retos, nuevas metas, nuevas experiencias, nuevas tristezas y por supuesto grandes alegrías. Gracias a los emprendedores, a esas personas que se arriesgaron, que lucharon, que convirtieron sus sueños en verdaderas pesadillas que no los dejaron dormir hasta hacerlos realidad, es que existen en el mundo entero millones de empleos para que los que tienen mentalidad de quincena puedan mantenerse en su zona de confort por muchos años buscando una jubilación que pocos logran disfrutar.

Para ellos, para los emprendedores, va mi voz de aliento y de esperanza. Que recuerden siempre que no hay cosas imposibles, sino personas incapaces. Muchas veces estarán tentados a tirar la toalla, a darse por vencidos y hasta pensar en terminar con todo, incluso con su propia vida. Cuando esas ideas lleguen, solo vean un noticiero de televisión y comprobaran que el problema que ustedes es nada en comparación de lo que pasa allá afuera donde se libra una batalla campal, una guerra donde solo sobrevive el más fuerte. La violencia y la corrupción en todas sus manifestaciones es la constante.

Por lo tanto, nada de nervios, ¡animo! Amigo emprendedor, y haz siempre como la mitológica ave fénix y renace una y otra vez de tus cenizas. No solo tú dependes de ti mismo, sino tu familia y la sociedad en general dependen de personas como tú. Así es que si te acabas de quedar sin empleo, tienes dos alternativas o buscar uno nuevo – algo cada día más difícil de encontrar – o comenzar a generarlo y recuerda que en condiciones normales, todo lo bueno o lo malo que te pase, el único responsable eres tú.



sábado, 25 de agosto de 2018

¡Estas Despedido!, nada personal, son negocios.


Se dice que lo único seguro es que no hay nada seguro y nada más inseguro hoy en día que un empleo, por más tiempo que se lleve laborando en la empresa o el cargo que se ocupe en ella, tarde que temprano – y actualmente más temprano que tarde – le dan al empleado la carta de despido por cualquier motivo, que por recorte de personal, que por bajar los gastos de la empresa, que por bajo rendimiento, que porque necesitan el puesto para dárselo al amigo o amiga del gerente, y si es al gerente al que despiden, con una sonrisa maliciosa simplemente le dicen como solía decirle el conductor del programa de televisión El Aprendiz, “¡Estas despedido! nada personal, son negocios”.

Comienza entonces el calvario para el nuevo desempleado quien no sale de su asombro y de su desilusión por haberse quedado sin empleo cuando más a gusto se sentía en la empresa a la que consideraba su “segundo hogar”, aunque la verdad suele ser el primero porque permanecía más tiempo en la empresa que en su casa. Y a propósito de casa, ¿Qué va decir en ella? ¿Qué se quedó sin empleo? ¿Qué hasta hoy trabajo en esa prestigiosa empresa o institución? ¿Qué posiblemente por algún tiempo van a tener que restringir los gastos al máximo debido a que ya no hay una fuente de ingresos lineales que les permita darse la calidad de vida que tenían? ¿Qué muy probablemente van a tener que mudarse de casa, de barrio, de ciudad y hasta de país debido a que la situación laboral en el que viven es extremadamente difícil? Esas y muchas otras preguntas se hace el nuevo desempleado.

Unos aceptan esa cruda realidad y simplemente comienzan a comunicarse con amigos y familiares para decirles que se quedaron sin empleo y que necesitan de toda su colaboración para encontrar uno nuevo, y empapelan la ciudad con hojas de vida en las cuales inicialmente colocan todos sus títulos educativos, experiencia laboral y todo aquello que les permita obtener un empleo igual o mejor del que tenían. Sin embargo, a medida que pasan los días, que se presentan entrevistas en las cuales les dicen la consabida frase “cualquier cosa nos comunicaremos con usted”, algo que nunca sucede, incrementando la frustración y el desengaño de saberse muy capacitado, con mucha experiencia pero que tales cosas no son tenidas en cuenta. Por lo tanto, como la situación económica del hogar comienza a tornarse difícil y muy probablemente también la relación de pareja, comienza a aplicar a ofertas laborales que nada tienen que ver con su formación académica y experiencia laboral. Conseguir empleo entonces se convierte en un verdadero trabajo, lo cual se dificulta aún más si tiene más de cuarenta años.

Otros guardan silencio y continúan saliendo de casa a la hora acostumbrada para que la familia no perciba ningún cambio. Comienzan a hacer malabares con las tarjetas de crédito haciendo avances en efectivo para tratar de mantener y aparentar el nivel de vida que llevaban y en el peor de los casos, para pagar otras tarjetas de crédito, la cuota del lujoso carro o moto, de la hipoteca, del arrendamiento, de los servicios públicos, etc. etc.    Se vuelven asiduos visitantes del club social donde pertenecen, de los centros comerciales, de cafeterías y restaurantes donde pasan las horas leyendo los periódicos, en sus computadores o celulares buscando ofertas de empleo, chateando con sus amigos o inmersos en las redes sociales hasta que es la hora de regresar a casa tal y como lo hacían cuando estaban laborando. Sin embargo, pronto la familia detecta que algo no está bien y comienzan a hacer preguntas, las cuales son evadidas o respondidas con explicaciones o mentiras que cada vez son más difíciles de sostener.

El mal genio, la depresión, el estrés, el abatimiento y en el peor de los casos el alcoholismo y la drogadicción, comienzan a hacer su aparición y con ellos la baja autoestima y todo lo que ello representa. De la persona que tenía todo bajo control y de la cual dependía en la mayoría de los casos la economía y la “estabilidad” del hogar, ya no queda nada. Lentamente el castillo de naipes se derrumba y con él las relaciones de pareja, familiares, sociales y hasta terminan porque ya no es hasta que la muerte los separe sino hasta que el dinero los separe y es que ¿quién va a vivir con un(a) mantenido(a) que no sirve para nada o con alguien que ya no quiere trabajar? ¡Ni más faltaba!

Entonces el mundo se le convierte al desempleado en algo invivible y cuantos hay que ante la desesperación de no encontrar empleo, de la presión familiar y social, de ver que todo lo que había construido ya no existe, prefieren dejar de existir.

Próxima entrega: ¡Urra! Me quede sin empleo



martes, 31 de julio de 2018

Estas contratado


Dos palabras que pueden llegar a significar no solo una mejora en la calidad de vida sino salir de la angustia existencial que produce estar desempleado. Como por arte de magia la autoestima comienza a recuperarse y “todo vuelve a la normalidad”. Nuevamente comenzamos a tener ingresos lineales y a medida que nos llegan los primeros pagos, comenzamos a llenar la nevera, abonarle a las tarjetas de crédito, a ponernos al día en arriendos o hipotecas, en la cuota del carro, de la moto o ya no tenemos que caminar tanto por falta de un pasaje.

Nuevamente la sonrisa vuelve a nuestro rostro y todo a nuestro alrededor lo comenzamos a ver de forma diferente. Pasan los días, las semanas, los meses y con la ayuda de Dios, los años. Nuestros hijos gozan de los pocos o los muchos privilegios que da un empleo. Ya nuestros “seres queridos” no nos miran con lastima y nuestros “amigos” vuelven a ser aquellas personas que nos tenían en cuenta para todo, que para pasar los fines de semana con ellos, que para ir de paseo, etc. Ya que contamos con ingresos y podemos colaborar con los gastos, algo que no podíamos hacer cuando estábamos desempleados.

Lo curioso de todo es que ahora somos nosotros los que comenzamos a ver a los desempleados de “otra forma” y aunque no lo manifestamos abiertamente, muy en nuestro interior o quizás con las personas más allegadas, comenzamos a criticarlos y a juzgarlos por continuar sin empleo cuando nosotros lo conseguimos “tan fácilmente” ya que olvidamos los días, las semanas, los meses o quizás los años que pasamos empapelando la ciudad llevando hojas de vida y presentando entrevistas. Pensamos que lo más seguro es que los desempleados no quieran trabajar, porque trabajo hay en abundancia, lo que pasa es que no hay con quien trabajar y lo más probable es que se hayan acostumbrado a que los mantengan el gobierno, los amigos o familiares.

Nuevamente comenzamos a utilizar nuestras tarjetas de crédito no por el servicio que nos prestan sino por el crédito ya que comenzamos a diferir las compras a varios meses; total, ya tenemos empleo y podemos darnos ciertos lujos que antes no podíamos darnos. Nuevamente comenzamos a aparentar lo que no somos, a vivir en un nivel socioeconomico que no nos pertenece. Si somos de clase baja, vivimos como si fuéramos de clase media y si somos de clase media vivimos y gastamos como si fuéramos de clase alta.

El estrés se apodera de nosotros, ya no por falta de empleo sino porque lo que ganamos no nos alcanza para cubrir nuestros gastos, por lo tanto debemos buscar fuentes de ingreso adicional o sea otro empleo, de tal forma que pasamos mas tiempo en el trabajo que con nuestra familia, los cuales no se pueden quejar porque gracias a nuestros empleos ellos tienen todo lo que el dinero puede comprar. Además, el poco tiempo que comparto con ellos es de calidad, la cantidad, poco o nada importa.   

La seguridad que nos da un empleo hace que comencemos a pensar y a actuar de forma diferente a cuando éramos desempleados. Aunque las comparaciones son odiosas. Es muy diferente estar empleado a estar desempleado; a cuando estamos armados o desarmados, a cuando sabemos que en nuestra cartera hay efectivo, tarjetas débito o crédito que pueden ser utilizadas en cualquier momento a cuando no tenemos ni siquiera un pasaje para trasladarnos de un lugar a otro. La seguridad que nos genera un empleo y la inseguridad que crea el no tenerlo solo la puede saber quién ha experimentado ambas situaciones.

Debo hacer la aclaración, y es que todo lo que escribo es producto de mi imaginación, recuerde amigo lector que soy escritor de ficción y eso de estar empleado o desempleado y cómo piensan y actúan unos y otros solo me ha pasado a mí. Por lo tanto nada de nervios, yo sé que usted no piensa ni actúa así, además que para usted es indiferente tener o no empleo ya que cuenta con inversiones y ahorros que le permitirán vivir el resto de la vida sin preocupaciones o que piensa que la empresa o institución donde labora necesita tanto de sus servicios que es prácticamente imposible que se quede sin empleo, además que ya usted es prácticamente socio plenipotenciario pues lleva tantos años laborando en esa empresa que ya tiene su jubilación asegurada.

¡Animo pues! Hoy han terminado todas sus angustias ya que ¡has sido contratado! Nuevamente haces parte de la fuerza laboral de tu país y podrás continuar contribuyendo con tus impuestos para la prosperidad del mismo por lo tanto ya no hay nada de qué preocuparse, tienes un empleo, ¡Felicitaciones!

Próxima entrega “Nada personal, son negocios”



sábado, 21 de julio de 2018

Busco Empleo




Analicemos un poco el desempleo en el mundo. Se preguntara usted que tiene que ver la capacitación y la educación con el desempleo. Mucho, yo diría que todo. Entre más instrucción tenga una persona más difícil es que acepte vincularse laboralmente debido a que, por lo general, “selecciona” mejor las ofertas de empleo y en condiciones normales – exceptuando por ejemplo a los inmigrantes que si les toca hacer de todo para sobrevivir -  no está dispuesta a hacer labores que difieran mucho de sus estudios o experiencia laboral. En cambio una persona que no tiene mucha instrucción puede aceptar empleos de “menos categoría”. Una de las poblaciones en que mayor desempleo en el planeta hay, está en las personas que tienen alguna preparación académica por aquello “del que dirán”. 

Encontramos casos como por ejemplo “es que yo estudie física cuántica, me pase más de veinte años en las aulas de clase y ni crea que me voy a poner a conducir un taxi”. La verdad es que esa es la realidad. Yo, si yo, el que está escribiendo este artículo, tengo un egomural bien interesante ya que he realizado algunos estudios profesionales a lo largo de mi vida y sin embargo he sido taxista, entre otras actividades que en nada tienen que ver con mi formación y experiencia laboral.

En mi hermoso país Colombia esta situación es más común de lo que uno cree. Entre mi grupo de compañeros taxistas hay de todas las profesiones, abogados, arquitectos, médicos, psicólogos, hasta docentes que laboran en las más prestigiosas universidades de mi ciudad Medellín.

Siempre se ha dicho que “el trabajo no es deshonra”, lo cual es totalmente cierto. Lo que pasa es que uno se pone a pensar y a preguntarse ¿para qué hice tantos estudios para terminar conduciendo un vehículo de servicio público? La verdad amigo lector es que estoy de acuerdo con lo que dice el maestro Jorge Duque Linares que “en la vida lo único seguro es que no hay nada seguro” o como dice el adagio popular “este mundo da muchas vueltas”. Es por eso que en mis conferencias y libros que he escrito, siempre manifiesto que es necesario aplicar el proverbio oriental que dice “se amable con el que te encuentras subiendo ya que posiblemente te lo volverás a encontrar cuando estés descendiendo”.

En Colombia por ejemplo, la situación se hace todavía más difícil cuando uno pasa de los treinta y cinco o cuarenta años, cuando laboralmente es considerado obsoleto o de bajo rendimiento, razón por la cual ingresar al mercado laboral es todo un trabajo. Las estadísticas de suicidios afirman que una de las mayores causas es el desempleo, las deudas, el sentirse inútil. Nada hay más frustrante que asistir a una entrevista de empleo y que le digan a uno que esta sobre calificado, sobre perfilado o que por “políticas” de la empresa no pueden contratar personas mayores de cuarenta años.

Quiero contarle una de las muchas cosas que he hecho para aplicar a un empleo, desde ocultar mis estudios, hasta mentir sobre mi edad. En cierta ocasión llego a tal punto mi desesperación por no poder conseguir trabajo que me postule para una labor que nada tenía que ver con mi profesión o experiencia laboral y en la hoja de vida no coloque la fotografía, ni mencione todos los estudios que tengo, ni mucho menos mi edad (la cual supera los cincuenta años). El caso fue que me llamaron a la entrevista de trabajo y cuando me presente ante la persona con la cual debía entrevistarme, una atractiva joven elegantemente vestida, me miro de arriba abajo y sonriendo amablemente me dijo “Señor Restrepo, se ve que usted está muy necesitado para haber mentido de la forma que lo ha hecho en su hoja de vida, obviamente como se dará cuenta usted no califica para la labor de oficios varios al cual se está postulando, se nota que usted es una persona con una gran preparación académica y estoy segura que tiene una gran experiencia laboral…”. 
Afortunadamente la joven demostró ser toda una profesional y en vez de hacerme sentir mal por haber mentido en la hoja de vida me dio la oportunidad de explicarle porque lo había hecho.

Existimos los que se llaman “pobres vergonzantes”. Personas que en algún momento de la vida contamos con comodidades o con un nivel social alto y por aquellos azares del destino quedamos con una mano atrás y otra adelante y que por lo tanto nos da vergüenza pedir. Somos los más pobres de los pobres. Literalmente hablando preferimos soportar hambre que no la indignación de ser tratados como mendigos. Por varios años esa fue mi realidad por lo tanto se de lo que estoy hablando. Es por eso amigo lector que, cualquiera sea su posición social o económica, dele gracias a su Dios por todo lo que le ha dado y Él permita que no se vea usted en situaciones tan difíciles, curiosamente en la mejor de todas ya que en esos años de “vacas flacas” es donde se sabe quién es quién. Quien es tu verdadero "amigo" o quien es tu verdadero “ser querido”.

Así es amigo lector que si usted es una de esas personas que aun gozan de tener un empleo o de desempeñar un cargo, por modesto que este sea y que considera a los desempleados como personas “no gratas”, “mantenidos” o que simplemente no quieren trabajar; yo les deseo lo mejor de lo mejor y quiera Dios que nunca usted, un familiar o un amigo esté sin empleo porque no se sabe que es más importante, si los ingresos que genera la labor que se realiza o estar activo, sentirse importante, útil para la sociedad.

Actualmente por ejemplo nuestro país Colombia, como muchos otros países de la región, está literalmente inundado de inmigrantes venezolanos que han tenido que salir de su país debido a la difícil situación política que se vive en Venezuela. Es lamentable ver como personas con una excelente preparación académica profesional y con amplia experiencia laboral, desempeñando labores bien diferentes a lo que hacían en su país. ¿Pero sabe amable lector que es lo más triste de los inmigrantes? Como se aprovechan de su difícil situación los que no lo son.

Una vez más amable lector recuerde la frase que “lo único seguro, es que no hay nada seguro”.


jueves, 14 de junio de 2018

Modelos a seguir


¿Cuál es tu modelo a seguir?, el de mi hijo por ejemplo era uno de los profesores de su colegio hasta que escucho un dialogo que su profesor sostenía con el sacerdote de su parroquia, palabras que cambiaron no solo el excelente concepto que tenía de su maestro sino que hasta ese día quiso estudiar en su colegio.

Infortunadamente para el muchacho la frase aquella que dice que “no hay palabras mal dichas sino mal interpretadas” no se aplicaba ya que no había lugar a interpretar nada ya que él las tomo literalmente.  ¿Cuáles fueron esas palabras? El joven escucho cuando su maestro le decía al sacerdote que aunque era un chico muy inteligente, estaba perdiendo el año. Él joven  no comprendía como su maestro decía que era muy inteligente pero que estaba perdiendo el año y la verdad sea dicha, tampoco nosotros como padres lo entendíamos.

En resumidas cuentas hubo que retirar al muchacho del colegio y el cambio de comportamiento de la noche a la mañana fue evidente. De ser un joven malgeniado y estresado, comenzó a comportarse de una forma tranquila y alegre; no volvió a quejarse de dolores de cabeza que muchas veces le impedían ir al colegio y las frecuentes discusiones con su madre terminaron casi por completo. La pregunta es, mientras el muchacho estaba estudiando  ¿Qué estaba ocasionando un comportamiento tan desagradable?

En mis tiempos, a la presión y acoso que ejercían los profesores y demás estudiantes se le llamaba matoneo o que se la tenían a uno montada, ahora se le llama  “bullying”, término que se ha generalizado y que es más común de lo que se cree. Sin embargo el tema de hoy en mi blog no es ese, aunque debería serlo dada la relevancia que tiene actualmente. De lo que quiero escribir es sobre “los modelos a seguir”. Para mi hijo, su maestro era su modelo a seguir, lo admiraba, lo respetaba y quería ser como él, sin embargo aquellas palabras, para el maestro insignificantes, resultaron ser fatales y muy probablemente incidirían en la vida del joven.

Tan importantes son los modelos a seguir, como escoger el adecuado; aquel que de alguna forma será el referente, el guía, el norte, aquel que sea coherente y consecuente con lo que dice y hace, aquel que realmente sea un ejemplo para la sociedad. Infortunadamente encontrar esa persona es cada vez más difícil en una sociedad polarizada y fanatizada por ideas políticas o religiosas. ¿Qué debemos hacer entonces los padres de familia?

En nuestro caso, retiramos al muchacho del colegio, algo que deberíamos haber hecho mucho antes. Para la familia y amigos fue un acto de franca irresponsabilidad ya que los comentarios no tardaron en presentarse. Preguntas como ¿Qué sería del muchacho sin estudios? ¿Para qué serviría? ¿A que se dedicaría? ¿Cómo sobreviviría en un mudo cada vez más tecnificado y exigente? A esas y muchas otras preguntas que nos hacían no teníamos como responderlas. Para nosotros lo más importante era que nuestro hijo fuera feliz, que aprendiera un arte u oficio con el cual él se identificara y no que estudiara o memorizara cosas que él podía consultar fácilmente en Internet.

El profesor Jurguen Klaric, en su documental del año 2017 “Un crimen llamado educación” reafirma lo dicho en el documental argentino del año 2012 “La Educación Prohibida en los cuales se afirma que el sistema educativo que actualmente se aplica en la mayoría de los países del mundo tiene un rezago de más de trescientos años ya que en pleno siglo veintiuno seguimos capacitando a nuestros jóvenes como se hacía en el siglo dieciocho donde las necesidades eran diferentes. Al respecto una canción bien interesante es la publicada en 1979 por la banda británica Pink Floyd, the Wall (el muro).

Finalmente siempre he pensado que hay maestros de maestros, unos que llegan a la docencia por vocación y otros por obligación porque no encuentran nada más que hacer.  ¿Cual es el resultado que generan estos últimos? Cárceles llenas de seres humanos bien capacitados pero mal educados y cementerios llenos de humanos que murieron antes de tiempo asesinados por otros que mínimo aprendieron a leer y a escribir pero nada de principios y valores.

Ahora bien, en este articulo no quiero culpar a los docentes ya que también ellos han sido adoctrinados por un sistema educativo obsoleto y simplemente se limitan a reproducir lo que han grabado en sus mentes a fuerza de sudor y lagrimas bajo la premisa de que la “letra con sangre entra” y obviamente lo que se siembra, eso se cosecha.

No sé cuál será el futuro de mi hijo y el de los millones de jóvenes que como él diariamente deben asistir a las academias a recibir una educación que dista mucho de serlo y la que necesitan las próximas generaciones. Bien decía el científico Albert Einstein “es de tontos esperar resultados diferentes y seguir haciendo lo mismo”. ¿Hasta cuándo lo seguiremos haciendo?, no lo sé, lo que si se es que haré todo lo posible para que mi hijo sea feliz.

sábado, 3 de marzo de 2018

Mentiras Verdaderas II


Antes que nada permítanme darle los más sinceros agradecimientos a todos los seguidores de mi blog por la gran cantidad de comentarios que me han enviado por mi anterior blog “MentirasVerdaderas”.


Mi nuevo blog está precisamente basado en esos comentarios. A ver les cuento. Se dice que “más fácil cae un mentiroso que un cojo”. Uno de mis libros titulado “Con amigos así…” es la historia de una interesante experiencia financiera que tuve hace algunos años, por eso puedo decir, con conocimiento de causa, que “amigos y seres queridos” que están con nosotros en  las buenas y en las malas – sobre todo en estas últimas – y que lo sigan apreciando a uno a pesar de las circunstancias, muy pocos, los míos por ejemplo los puedo contar en los dedos de una mano y me sobran dedos.

Infortunadamente estos lobos (amigos) disfrazados con piel de oveja, son circunstanciales y solo son “leales” a lo que tenemos o representamos y cuando sus necesidades cambian, así de fácil cambian sus lealtades. Como quien dice, son amigos mientras les seamos útiles para algo ya que cuando llegan los años de “vacas flacas”, solo recibimos de ellos críticas y juzgamientos, los cuales se incrementan y se vuelven más mordaces con la “información confidencial” suministrada por una de las partes – por lo general de quienes han salido afectados por nuestro descalabro financiero - acrecentando su odio y rencor contra nosotros. Difícilmente investigan las razones de nuestro “fracaso”, ya que hacerlo, implicaría descubrir que están equivocados y que sus críticas y juzgamientos se quedan sin respaldo. Para ellos entonces continuaremos siendo unos estafadores y ladrones y serán ellos los que se sientan traicionados y no habrá poder humano para convencerlos de lo contrario ya que nuestras explicaciones para ellos solo son “mentiras verdaderas”.

Por otro lado, cuando nos suelen ocurrir esos desastres económicos y comenzamos a buscar empleo es prácticamente imposible lograrlo ya que si a los jóvenes les da dificultad emplearse, a los que pasamos de los cincuenta mucho más porque para el mercado laboral, no somos muy atractivos que digamos. Pasan los idas, los meses, los años y el decir de nuestros "seres queridos" es que no queremos laborar. 

Solo los que hemos pasado por situaciones financieras difíciles, sabemos todo lo que debemos hacer para tratar de salvaguardar la poca dignidad que nos queda ya que los más aventajados se apoderaron de todos nuestros bienes materiales. Afortunadamente entre cielo y tierra no hay nada oculto y tarde que temprano la verdad sale a flote, infortunadamente de poco o nada sirve saber la verdad de lo ocurrido ya que no se puede recuperar ni la honra ni mucho menos los bienes materiales. Alguien decía alguna vez que es más fácil volverle a colocar las plumas a una gallina que recuperar la honra y la credibilidad perdida.

En mi blog anterior hablaba que nadie se hace rico de la noche a la mañana ya que nadie sabe cuántos años duro la noche. Y es  que la vida de los emprendedores es una aventura extrema en la cual pocos sobreviven. De ahí que el 95% de los seres humanos labore para el 5% restante, dueños de las mayores fortunas. Muchas de ellas heredadas, otras conseguidas con actividades no muy santas, pero la gran mayoría, logradas con mucho trabajo y gracias a una serie de “mentiras verdaderas” con el fin de ganar tiempo y préstamos para financiar los nuevos proyectos de vida.

Me preguntará usted amable lector ¿Por qué recurrir a mentiras en vez de decir la verdad? Por una sencilla razón; porque como lo manifestaba anteriormente, así digamos la verdad, nadie nos cree, entonces decir la verdad o una mentira es prácticamente lo mismo. Las mentiras entonces se convierten para los emprendedores en verdaderos retos para convertirlas en verdades y así poder vivir en un mundo donde solo sobrevive el más fuerte o tal vez, el más mentiroso y con esto no estoy haciendo una apología a la mentira pues pienso que la mentira es un delito como cualquier otro, por lo tanto no la defiendo, solo que es algo a lo cual se acude para lograr un objetivo y como dicen las sagradas escrituras “el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”.  

Curiosamente lo de acudir a las “mentiras verdaderas” es una práctica más común de lo que se cree, lo cual comprueba una vez más lo que digo en mi libro “Estamos bien capacitados peromal educados”. Balances maquillados con el fin de mostrar unas utilidades que no existen, inventarios inflados,  cheques sin fondos, pagarés que no tienen ningún respaldo, títulos valor que no valen nada, comisiones o recompensas por lograr contratos, tasas de interés desproporcionadas y la gota que rebosa la copa en mi país Colombia, los llamados pagadiarios, verdaderas sanguijuelas que se aprovechan de los que no podemos acceder a créditos bancarios. La lista de mentiras verdaderas a las cuales se acude es bien larga, cuál de todas más elaborada e interesante.

Cuando me preguntan cuál es la clave para ser emprendedor, mi respuesta es: tener física hambre. Y es que nada hay más peligroso que un pueblo con hambre. Un dicho popular en mi país dice que “el hambre hace hacer muchas cosas”. Es necesario tener física hambre para ingeniarse la forma de calmarla o como dice otro refrán, “la necesidad es la madre de todos los inventos”. Cuando se tiene hambre de alimentos, de triunfo, de salir adelante, de superación, de hacer realidad los sueños, es cuando la persona está dispuesta a correr grandes riesgos. Infortunadamente muchos, al pensar que el dinero lo hace todo, hacen todo por dinero y optan por seguir el camino más fácil o quizás el más difícil, la delincuencia en todas sus manifestaciones, con lo cual, en vez de solucionar un problema, antes lo empeoran.


Como estoy seguro apreciado lector y emprendedor que ese no es su caso y que al igual que yo, prefiere comerse un plato de lentejas conseguido honradamente que darse un banquete manchado de sangre, quiero recordarle que “quien no sueña, trabaja para un soñador” por lo tanto, nada de nervios, nadie ha dicho que hacer realidad los sueños sea fácil, nada que valga la pena lo es. De algo si puede estar completamente seguro, nada hay más gratificante que hacer realidad nuestros sueños. Así es que lo invito a insistir, persistir resistir y NUNCA desistir hasta hacer realidad sus sueños y despertar de sus pesadillas. Tiene al mejor banquero, al mejor socio, al mejor consejero, papá Dios y así usted no crea en Él, Él sí cree en usted. Ore como si todo dependiera de Él pero labore como si todo dependiera de usted.


sábado, 6 de enero de 2018

¿Que Estudiar?

Es la pregunta que muchos se están haciendo en estos días de principio de año y como es tradicional en nuestro medio latino, hacemos cualquier cantidad de promesas de lo que vamos a hacer en el nuevo año. Que bajar de peso, que hacer ejercicio, que ahorrar, que cambiar de casa, de carro, de pareja, de país, de ropa, de amigos, de apariencia, en fin, la lista sería interminable. Y entre esas listas encontramos una pregunta bien difícil de responder: ¿Qué estudiar? Es más ¿Qué hacer? En todos mis libros siempre escribo de lo que han escrito miles de mis compañeros escritores desde hace siglos. Uno debe hacer y estudiar lo que realmente le agrada, no lo que nos “sugieren” nuestros “seres queridos” ya que, cuantos hay que se dedican a estudiar o hacer algo que realmente les molesta ya sea porque el oficio o la profesión es muy rentable o porque es tradición familiar.

Permítame hacerle una pregunta, la cual espero conteste con toda sinceridad: Si usted tuviera su futuro económicamente asegurado, ¿A qué se dedicaría? Ahora no me vaya a decir que se echaría a dormir el resto de sus días, ¡casos se ven! Me refiero a que actividad realizaría el resto de su vida. ¿Qué estaría dispuesto a hacer así no obtuviera una retribución económica por ello? Cuando encuentre la respuesta a estas preguntas, habrá encontrado que hacer en el nuevo año y por supuesto que estudiar. No ha de faltar la persona que piense que no puede dejar de hacer lo que está haciendo porque entones ¿de qué va a vivir? Al respecto permítame hacerle otra pregunta ¿Qué lo hace a usted feliz? Recuerde que el objetivo número uno del ser humano es ser feliz. El cuento aquel que uno debe amar lo que hace no es del todo cierto, porque muchas veces, por alguna razón, nos toca hacer algo y no necesariamente disfrutamos de esa actividad.

Ahora bien, no le estoy diciendo que deje de hacer inmediatamente lo que está haciendo  (aunque sería lo ideal) y que le genera malestar, inconformidad, serios dolores de cabeza y no se cuantas cosas más desagradables. Lo que quiero decirle, es que comience a evaluar el oficio o profesión que actualmente está realizando y pregúntese si eso es lo que quiere hacer el resto de su vida y si lo que está haciendo lo lleva al lugar donde quiere ir y a hacer realidad sus sueños. Recuerde que el que no sabe para dónde va, ya llegó. Yo no sé cuál sea su edad, su preparación académica, si la tiene o no la tiene, cual sea su situación económica, si es muy rico o vive en la indigencia de la extrema pobreza económica ya que soy de las personas que piensa que no existen seres humanos pobres, lo que hay es seres humanos iliquidos, o sino pregúntele a las aseguradoras, las cuales le aseguran a usted hasta el dedo gordo del pie izquierdo por la cantidad de dinero que usted quiera y ni que hablar del trafico de órganos pues casos se han visto que hay personas que están dispuestas a pagar cualquier cantidad de dinero por un riñón o por cualquier otra parte del cuerpo que sea trasplantable.

Yo no sé cuál sea su realidad, como estoy seguro que usted tampoco ni siquiera se imagina la mía. Lo que sí le puedo decir con conocimiento de causa es que, independientemente y por difícil que sea su situación, usted puede mejorar y hacer realidad sus sueños. Yo no sé cuál sea su Dios, si le cree a Él o si cree en Él, afortunadamente Él si cree en usted. Cuando llegamos a este plano de la existencia todos, sin excepción, vinimos con una misión para cumplir y debemos cumplirla al pie de la letra.

Algunos fuimos afortunados en saber cuál era nuestra misión así haya sido en la vejez como fue mi caso que comencé a escribir ahora viejo. Otros fueron mucho más afortunados que yo y desde niños comenzaron a hacer aquello para lo cual vinieron a este planeta. Es necesario y yo diría que indispensable, mire hacia el horizonte y comience a visualizar el lugar donde quiere llegar, luego siga los pasos de las personas que ya lograron llegar a ese lugar, aprenda de ellas, iguálelas y supérelas. Estoy seguro que antes que usted, ya muchos han logrado lo que usted quiere lograr, es cuestión entonces de tomar la decisión y ponerse en acción. Recuerde que las cosas no hay que esperar que sucedan sino hacer que sucedan. ¿Cuál es el mejor momento de un enfermo? Cuando entra en crisis, o se alivia o se muere y algo que debe tener en cuenta es que muchas veces las crisis hay que generarlas, ya que puede pasar como el perro aquel que estaba echado en la punta de un clavo, le dolía lo suficiente para lamentarse pero no para pararse y buscar un mejor lugar donde estar.

Y es que a veces nos acostumbramos a sobrevivir, a nuestra zona de confort, a vivir con lo poco o lo mucho que tenemos. Dirá usted: si tengo todo lo que el dinero puede comprar ¿Qué más le puedo pedir a la vida? Eso si no lo sé, solo que permítame con todo respeto hacerle otra pregunta: ¿Cuándo usted muera, lo recordaran con amor y agradecimiento o con resentimiento y quizás con odio? Si piensa que lo recordaran con amor y agradecimiento por todo lo que ha hecho por el planeta y los que en él vivimos ¡felicitaciones! Es el momento entonces de redoblar esfuerzos  para que más personas lo extrañen cuando muera. Si piensa que morirse sería un alivio para muchos y que el mundo estaría mejor sin usted ¡grave! Es el momento entonces de cambiar de actitud y de accionar y aprovechar al máximo esos segundos, minutos, horas, días, semanas, meses o años que le quedan de vida y hacer algo para cambiar esa desastrosa imagen que se tiene de usted. Ahora bien, no ha de faltar el fanático que diga que lo que quiere es hacer sufrir a sus semejantes como lo han hecho sufrir a él.  Lo cual también es muy respetable ya que cada cual hace de su vida y la de los demás un cielo o un infierno. Si usted es de los que disfruta nadando contra la corriente y haciendo mucho daño, le recuerdo que su final será bien triste y pasara a la historia como millones de seres humanos que no trascendieron y son modelos a seguir, sino que descendieron y que son recordados con mucho odio. Espero que usted no sea un robot que puede ser programado para que haga determinadas cosas buenas o malas y que es una persona medianamente inteligente para tomar la decisión de hacer de su vida y la de sus semejantes algo digno de vivir y de recordar.

En el año 2016 y posteriores, usted cosechara lo que haya sembrado en los años anteriores. Como decía el científico Albert Einstein “Es de tontos esperar resultados diferentes y seguir haciendo lo mismo” Los cambios no son fáciles, nada que valga la pena lo es y los grandes cambios no ocurren de la noche a la mañana. Por lo general siempre hay una causa que se gesta por algún tiempo para que se produzca un efecto. Infortunadamente muchas veces cuando se produce ese efecto no lo hace de la mejor manera.

¿Qué estudiar entonces? Como puede apreciar en la página web www.uvirtual.co hay muchos estudios que usted puede realizar en forma presencial o virtual y más de 300 cursos gratuitos gracias a la alianza estratégica que se tiene con la Fundación Biia Lab. Sin temor a equivocarme pienso que ya no hay excusas válidas para no estudiar lo que uno quiera en cualquier academia del planeta gracias a Internet. Estamos en un mundo globalizado donde las fronteras físicas y tecnológicas han ido desapareciendo y llegará el día que no exista ninguna.

Finalmente quiero desearle un feliz año nuevo en compañía de sus seres queridos y dejarle una tarea: hoy y siempre que se encuentre con uno de ellos abrácelo sin decir absolutamente nada, vera la curiosa reacción de ellos y lo bien que usted se sentirá.

Un abrazo :)

Onofre Restrepo

www.uvirtual.co

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