sábado, 15 de junio de 2019

Maestro o instructor.



En total hasta el momento he recibido 73 comentarios sobre mi blog de la semana pasada sobre el “Oscurantismo Tecnológico”, quisiera compartirlos todos con ustedes, la gran mayoría muy positivos y que están de acuerdo con el artículo.

Sin embargo, quiero trascribir el comentario del profesor Jorge Rivas, docente de la ciudad de Bogotá, Colombia, quien manifiesta lo siguiente “Muy interesante su blog sobre tecnología señor Restrepo, pero quisiera verlo a usted frente a un grupo de 42 adolescentes y varios de ellos chateando mientras yo trato de dictarles una clase de matemáticas. Con todo respeto señor Restrepo, pero pienso que escribir es muy fácil, otra cosa es lidiar con los jóvenes de ahora que piensan que saben más que sus profesores”

No debe ser fácil profesor Jorge “lidiar” con jóvenes adolescentes y más con grupos antipedagógicos de 42 estudiantes. Si difícilmente se puede atender a uno ¿Qué diremos de tratar de controlar a 42? Pero bueno, esa es la situación de nuestro amado país Colombia, donde el modelo educativo deja mucho que desear y me atrevería a decir que, de la mayoría de los países del mundo, de ahí que los resultados saltan a la vista. Cárceles atiborradas de delincuentes, la mayoría de los cuales mínimo saben leer y escribir y muchos de ellos hasta han salido de las más prestigiosas universidades.

Una frase atribuida al científico Albert Einstein dice que “es de tontos esperar resultados diferentes y continuar haciendo lo mismo”. Es un hecho que los sistemas educativos de la mayoría de los países del mundo están desactualizados por no decir que obsoletos. Pero bueno, mientras la capacitación sea un excelente negocio, difícilmente van a cambiar porque prima el bien particular que el bien común.

Ahora si permítame profesor Jorge responder a su comentario y con él, varios otros que me hicieron, palabras más palabras menos expresando inconformidad con mi artículo, los cuales agradezco.

También yo fui docente por varios años cuando era un poco más joven. Claro que en ese tiempo no teníamos las dificultades que tienen ustedes los docentes actuales con la tecnología y particularmente con los teléfonos celulares. Sin embargo, los muchachos siempre han sido inquietos y han tenido cualquier cantidad de pretextos o distractores para no atender a clase. Así es profe, que nada de nervios y por favor continúe en su loable labor de tratar que sus estudiantes aprendan algo de lo que usted enseña.

Una cosa es ser maestro y otra muy diferente ser instructor, maestro es aquel que llueva, truene o relampaguee, está compartiendo con sus estudiantes lo poco o lo mucho que sabe y los ve a ellos como si fueran sus hijos, dos películas que especialmente recomiendo a los docentes cuando les dicto mis conferencias son, el profe, de Mario Moreno Cantinflas y la película india Taare Zameen Par. En ellas se puede apreciar lo que es un verdadero maestro.

Instructor en cambio es aquel que llego a la docencia por carambola, porque no encontró más que hacer o porque no encontró trabajo haciendo otra cosa y ve a sus estudiantes como una carga, como un karma, como personas que representan para ellos una fuente de ingresos y el día que no les llega el pago a tiempo simplemente suspenden labores y que cada cual se defienda como pueda. Infortunadamente las instituciones educativas de todos los niveles están llenas de instructores y de muy pocos maestros.

Tal y como lo exprese en mi artículo anterior, en vez de los docentes estar peleando con los muchachos para que no utilicen los celulares, enséñenles a utilizarlos adecuadamente y en cuanto a que los muchachos se creen saber más que los profesores, es lo más probable ya que los jóvenes actualmente cuentan con la información en tiempo real, más se demora un científico en patentar un invento que los muchachos saber de qué se trata, como funciona y como mejorarlo.

Cada día algunos títulos académicos como son los que tienen que ver con las TIC son menos importantes, como lo expresaba en un artículo anterior, hay niños y adolescentes que le dan cátedra de tecnología a adultos que salen de las más prestigiosas universidades a buscar empleo cuando estos muchachos, en vez de buscar empleo, lo están generando. De ahí que las grandes multinacionales ya no les interesa tanto contratar a profesionales con cualquier cantidad de títulos universitarios. Esas empresas están contratando personal que demuestre lo que saben hacer con lo que saben hacer.

Así es profesor Jorge y todos los demás docentes que me escribieron, que les sugiero que, en vez de seguir dictando clase como se hacía hace doscientos o trescientos años, se conviertan en acompañantes, en coordinadores, en facilitadores, permitiendo que sus estudiantes utilicen al máximo esos bichos llamados celulares o computadores para investigar y estudiar en tiempo real lo que ellos van a necesitar en el futuro inmediato o en las profesiones u oficios que quieren desempeñar. Recuerden lo que decía el humanista neerlandés Erasmo de Rotterdam “Es de tontos aprender, lo que luego hay que olvidar”.


  

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