LADRONES DE SUEÑOS
“Confiad en los sueños porque en ellos se esconde
la puerta de la felicidad”.
K. Gibrán
El ladrón más grande de la historia es el cementerio
porque ha robado los sueños de la gente, de personas que no pudieron realizar
sus sueños, los libros que no se escribieron, los negocios que no se hicieron,
las palabras que no se dijeron, todos ellos fueron a parar al cementerio.
Otros ladrones de sueños son los integrantes de
nuestra propia familia o amigos que nos limitan con palabras tales como: Eso no se
puede, usted no es capaz, usted no sirve para nada. Al respecto el maestro y
conferenciante Alfredo Sterling afirma que “una bala hiere el cuerpo, una
palabra hiere el alma”. Y es que, por lo general, las heridas físicas sanan;
más la herida que causa una palabra difícilmente se olvida.
Curiosamente las personas que más duro
nos tratan son nuestros propios familiares y amigos. Difícilmente una persona
que no conocemos nos trata o nos dice las barbaridades que suelen decirnos las
que si nos conocen y que dicen ser nuestros “seres queridos”. Si eso lo hacen
nuestros “seres queridos” ¿que no podrán hacer los que no nos quieren tanto?
Aunque la verdad sea dicha, muchas veces es mejor vivir con desconocidos que
tienen más solidaridad con nosotros que con nuestra propia familia o amigos.
Obviamente no estoy generalizando pues existen familias muy unidas y amigos que
son verdaderos tesoros.
El actor Kevin Costner dice que “los sueños son
nuestra primera víctima en la vida pues la gente tiende a renunciar a ellos con
mayor rapidez que a cualquier otra cosa y a cambiarlos por una realidad”.
Durante los años que tenemos hemos
escuchado miles de veces las palabras NO y PERO pues a muchas cosas que decimos
le colocamos un PERO o comenzamos la frase con una negación: NO me quieres. NO sé cuando vas a aprender. NO creo
en nada ni en nadie. Ese sería un gran negocio, PERO creeré en él cuando cambie
el cheque. Fulanito de tal es una excelente persona PERO no soporto su
perfeccionismo. Al respecto el médico neuropsiquiatra alemán Friedrich Salomón Perls afirmaba que “Hay que descontar todo lo que este
antes de la palabra PERO; la repuesta verdadera viene después”.
El día que uno va más motivado al trabajo es el
primer día porque está lleno de entusiasmo, de expectativas, de esperanzas, de
ideas. Sin embargo cuando uno quiere comenzar a hacer las cosas de determinada
forma o como piensa que es más fácil y rentable para la empresa; no ha de
faltar la persona que le diga que no lo haga así, porque, en esa empresa
siempre se han hecho las cosas de determinada manera y que durante años han
funcionado bien. Entonces uno tiene dos alternativas o se adapta y hace las
cosas “como siempre se han hecho” o renuncia al cargo. Por lo general se hace
lo primero porque “tengo que” ganarme la vida de alguna forma y estos no son
tiempos para estar soñando o queriendo hacer las cosas como uno quisiera. ¡Ni
más faltaba!
Cuando apenas comenzamos
algún proyecto, lo más importante es no permitir que nos roben nuestros sueños.
Fracaso es una lección, derrota es haberse dado por vencido. De nosotros
depende seguir girando como corcho en remolino o luchar por hacer realidad
nuestros sueños.Adquiera este y otros libros del mismo autor en formato digital en www.amazon.com/author/onofre y en formato físico a domicilio a cualquier lugar del mundo en www.autoreseditores.com/onofre
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