martes, 3 de febrero de 2015

La enfermedad de los sueños - Me falta capacidad


ME FALTA CAPACIDAD
 “nadie sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta”
 Publio Siro

¿No será más bien que nos falta constancia? Porque la constancia y la perseverancia, es el 90% de lo que después llamamos habilidad. Y es que hay personas hipocondríacas, creen estar siempre enfermos y si no lo están se las inventan con el fin de generar lastima. La canción aquella… “Nadie me quiere, todos me odian mejor me como un gusanito” es una muestra de lo que es tener una baja autoestima.
Las personas que utilizan esta excusa para no hacer las cosas, son más limitadas que aquellas que tienen alguna limitación física o mental. Las cuales en las olimpiadas especiales o aun cuando se conservan en el anonimato, nos dan verdaderas lecciones de vida.
El filosofo romano Séneca afirmaba que “no es que las cosas sean difíciles por lo que no nos atrevemos, es porque no nos atrevemos que son difíciles”.  Y es que definitivamente aquellas personas que solo ven el punto negro en la tela blanca o el vaso medio vacío, son muy difíciles de convencer que es posible hacer realidad sus sueños no importando la condición física, económica, social, racial, cultural, política o religiosa, pues siempre encontrarán una excusa válida para no hacer las cosas. 
Son personas que siempre están hablando de sus grandes dificultades y no tienen en cuenta que los únicos seres humanos que no tienen dificultades, son los que ya no están en este plano de la existencia. Todos tenemos dificultades en mayor o menor grado pero dificultades al fin y al cabo pues, todo aquello que nos hace llorar no es una tontería puesto que nos hace llorar. Y si de problemas se trata, no debemos hablarle a Dios de nuestros problemas, hablémosle a nuestros problemas de Dios.  
Son personas que por lo general tienen una mala imagen de sí mismas, que no se aceptan tal y como son. Siendo la auto-imagen uno de los factores fundamentales para que una persona triunfe o fracase, ya que somos el resultado de nuestra imaginación.
Suele suceder también que tengan una baja autoestima, que no se valoren, que desprecien sus dones naturales y por lo tanto no desarrollen su verdadero potencial o las cualidades con las cuales necesariamente estamos dotados.
La autoestima es el requisito indispensable para las relaciones humanas sanas. El amarse así mismo permite que podamos amar y respetar a los demás.
Nada que valga la pena hacer es fácil pues casi todo fue difícil, antes que fuera fácil. Atreverse, arriesgarse, emprender, dar el primer paso es lo más importante, lo demás viene por añadidura.

Proxima entrega: La enfermedad de los sueños - Tengo mala suerte.

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