DESCONFÍE HASTA DE SU PROPIA SOMBRA.
"Si no confías en nadie,
la vida puede ser muy dura para ti.
Lo más seguro es que no confías ni en ti
mismo"
Sandra Ray
Cuántas veces hemos dicho o escuchado cosas tales
como “yo no confío ni creo en nada, ni en nadie”. Lo cual es absurdo pues querámoslo
o no siempre tendremos que confiar en alguien. Cualquier actividad que
realicemos necesariamente debemos contar con la colaboración de alguien.
Se pueden dar ejemplos por cantidades que
obligatoriamente estamos condenados a confiar en los demás ya que difícilmente
podemos hacerlo todo nosotros.
Desde que nos levantamos en la mañana estamos
confiando en alguien. En la persona que prepara y nos sirve los alimentos, la
cual podría envenenarnos. El mecánico que ha reparado nuestro coche al dejarlo
en óptimas condiciones y podamos conducirlo sin problemas.
¿Cuántos de nosotros antes de subirnos al autobús le
hemos pedido la licencia de conducción al conductor o el certificado médico que
garantice su salud física y mental?
¿Cómo saber que el médico que nos va a operar si es
en verdad un profesional de la medicina?
La lista de personas en las cuales necesariamente
debemos confiar es interminable pues, entrar a desconfiar de todas aquellas que
directa o indirectamente están en contacto con nosotros, haría nuestra vida muy
difícil.
Muchas personas por
ejemplo dicen no creer en Dios, lo cual puede ser cierto, afortunadamente Dios
si cree en ellas. O como dicen los realistas “soy ateo, gracias a Dios”. Voltaire
por ejemplo afirmaba que “si Dios no existiera, habría que inventarlo”.Adquiera este y otros libros del autor en www.amazon.com/author/onofre y en www.autoreseditores.com/onofre
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