PROYECTO DE VIDA: COMO HACER REALIDAD NUESTROS
SUEÑOS
“Si quieres tener algo que nunca has tenido.
Tendrás que hacer algo que nunca has hecho”
Ya vimos algunas de las dificultades que hemos
tenido, todo lo que nos han dicho, todo lo que hemos hecho, las excusas que
durante toda la vida hemos tenido para postergar la realización de nuestros
sueños.
Y es que si
queremos que las cosas cambien, necesariamente debemos cambiar nuestra forma de
actuar, de pensar, de hablar y sobre todo, de actitud. Si los resultados que
hemos obtenido hasta la fecha no son los que queremos es porque siempre nos
hemos dedicado a hacer lo urgente y no lo importante que es hacer realidad
nuestros sueños. Los únicos responsables de nuestra situación actual, cualesquiera
esta sea, somos nosotros mismos. A nada ni a nadie podemos culpar pues,
personas que han nacido o que han vivido en situaciones extremas han salido
adelante superando todas sus dificultades por grandes que estas hayan sido.
Es muy
probable que, gracias a esas dificultades sea por lo que triunfaron. Curiosamente muchas veces el haber nacido en
cuna de oro no siempre es garantía de triunfo. Herederos de personas que
lucharon toda su vida para hacer realidad sus sueños y que ahora gozan de
grandes fortunas, muchas veces las dilapidan haciendo realidad el dicho aquel
de que “lo que nada nos cuesta lo volvemos fiesta”.
Ahora bien.
Hablemos por un momento de una de las situaciones más difíciles que se pueda
vivir y que en cierta forma nos ha impedido hacer realidad nuestros sueños como
es la del secuestro en cualquiera de sus formas, una de los actos más
aberrantes utilizadas por el ser humano. Personas que han sido privadas de su
libertad con el objetivo de obtener un rescate, crédito político o mediático.
Sin embargo
¿Donde está la mayoría de los secuestrados? Curiosamente no están en las selvas
como mis hermanos colombianos, ni metidos en cualquier guarida o socavón. Están
precisamente al lado nuestro. Y es que si analizamos el medio en que vive una
persona secuestrada, por lo general no tiene voz ni voto, está limitada a lo
que hagan sus captores con ella, como quien dice, es un cero a la izquierda,
vale solamente lo que representa para su captor.
Igualmente
muchos de nosotros nos convertimos en parte del mobiliario de la casa, de la
empresa o del sitio que frecuentamos. Se acostumbran tanto a vernos que pocas
veces nos detectan o nadie se da cuenta de nuestra presencia. Rato después,
cuando literalmente tropiezan con el mueble en que nos hemos convertido nos
preguntan ¿y es que usted estaba por aquí?
Para hacer
realidad nuestros sueños necesariamente debemos estar visibles, tenidos en
cuenta, saber que estamos vivos, que somos importantes para alguien pues,
difícilmente el ser humano puede hacer realidad sus sueños solo. Nadie que haya
triunfado en la vida lo ha hecho solo o sin ayuda.
Mucho se ha
escrito y dicho sobre la ley de la atracción, por lo tanto no es mi idea
profundizar mucho en el tema. Basta recordar que todo aquello en lo que pensamos
(bueno o malo), lo atraemos. Un antiguo refrán dice que “Dios los cría y ellos
se juntan”. Lo cual es cierto. Los buenos se asocian con los buenos y los malos
con los malos. ¿Y saben ustedes porque los malos son tan malos? Por el silencio
de los buenos y porque los malos se organizan en bandas, combos o en
estructuras delincuenciales que llegan a tener un poder económico y social muy
grande.
Por
poderosas que esas organizaciones delincuenciales hayan sido o sean, sin
excepción, son “gigantes con pies de barro” ó ya desaparecieron o tarde que
temprano lo harán dejando a su paso un rastro de dolor y muerte. ¿Hasta cuándo?
Hasta que los buenos nos organicemos mejor que los malos aplicando el principio
de la no violencia, tal y como lo enseño Mohandas Karamchand Gandhi (Mahatma Gandhi). Pues no
podríamos emplear las mismas tácticas utilizadas por los malos pues nos
volveríamos como ellos.
Es muy
probable que existan más personas buenas que malas; lo que pasa es que los
buenos asumimos que todos somos buenos y no tenemos porque escondernos de nadie
o utilizar el elemento sorpresa (terrorismo) para causar el mayor daño posible.
Como la idea
entonces es cambiar nuestra forma de pensar y de actuar para obtener los
resultados que deseamos, entonces debemos tener en cuenta que para triunfar en
la vida, como decía el filosofo griego Aristóteles “debemos tener un cierto
grado de locura” pues, muchas veces tendremos que nadar contra la corriente
evitando los “consejos” de personas “bienintencionadas” que siempre nos dirán
que estamos en el lugar equivocado.
Ahora veamos y recordemos
lo que todos aquellos que han logrado triunfar en la vida han hecho para hacer
realidad sus sueños. Obviamente debemos comenzar por preguntarnos...Adquiera este y otros libros del mismo autor en www.amazon.com/author/onofre y en www.autoreseditores.com/onofre
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